Según un estudio de la Defensoría del Pueblo, en el primer trimestre del año pasado fallecieron 1.573 personas por accidentes de tránsito. Sin embargo, más allá de las cifras, es necesario cuestionarse por qué la mala costumbre de detenerse o sobreparar para observar un accidente. Asimismo, conocer cuáles son los riesgos que conlleva.
Algunas personas consideran que los hacen por curiosidad y otras, por morbo. Asimismo, a esta acción también se le conoce como el efecto mirón.
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Cuando pasamos por delante de un accidente el primer impulso suele ser mirar y quizá pensar en que al menos no somos nosotros los que estamos ahí. Una especie de alivio condimentado con curiosidad y que hace que necesitemos atender a sucesos escabrosos hasta el punto de poner en peligro nuestra seguridad y la de los demás.
El morbo asociado a la muerte es el que nos hace querer contemplar sucesos desagradables aunque sepamos que dejarán algún tipo de huella, y esto unido a la era de hiperconectividad que vivimos, en la que necesitamos documentar de forma compulsiva todo lo que hacemos, contribuye a que el efecto mirón se convierta en un auténtico problema de seguridad vial y de falta de respeto hacia las víctimas.
Consecuencias del efecto mirón sobre la seguridad vial
Las consecuencias más directas de pararse a mirar un accidente mientras conducimos parecen obvias, pero las olvidamos rápidamente:
Retenciones: reducir la velocidad para observar con detenimiento un siniestro vial provoca, en la mayoría de los casos, retenciones incluso en el sentido contrario al lugar del suceso.
Retraso de servicios de emergencia: si hay un embotellamiento provocado por conductores que ralentiza la circulación normal, es probable que los servicios de emergencias tengan problemas para acceder al lugar. Entorpecer el paso de una ambulancia supone una falta grave, por lo que, si las condiciones lo permiten, el conductor debe apartarse progresivamente de la calzada y detenerse para dejar paso.
Colisión por alcance en cadena: ir mirando hacia el lugar de un accidente en vez hacia delante puede provocar una colisión con el vehículo de delante y un accidente en cadena.
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