En la quinta temporada los responsables de una serie deben tener claro si su historia da para mucho más o si deben, por lo contrario, ir alistando ideas para una despedida decorosa. En dicho escenario muy probablemente se encuentran los responsables de “Cobra Kai”, una propuesta que se originó sin que nadie lo esperase y que, aunque hoy está bajo el manto de la multi-millonaria Netflix, vio la luz originalmente en YouTube Originals.
Tomando como base los personajes principales de la saga cinematográfica “Karate Kid”, “Cobra Kai” cuenta la historia ‘actual’ de dos de sus personajes más emblemáticos: Daniel LaRusso (Ralph Macchio) y su antiguo rival Johnny Lawrence (William Zabka). Treinta y cuatro años después del fin de la historia que cautivó a millones, el primero es un vendedor de automóviles de clase media alta y el segundo, un descuidado hombre separado que poco a poco deberá ‘ponerse en vereda’.
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A lo largo de cuatro temporadas, y como dijimos al comienzo, ya con el presupuesto y las facilidades que otorga Netflix, “Cobra Kai” fue abriendo el abanico de una serie de personajes, en su mayoría menores de edad. Gran parte de estos terminaron cautivados por las bondades del karate, un deporte de contacto con el que no solo podrían defenderse, sino fundamentalmente sumar factores como la concentración, el trabajo en equipo y la disciplina.
Tanto Daniel LaRusso como Johnny Lawrence tenían su propio ‘mundo’. El primero con una familia aparentemente ordenada y sin contratiempos, con su hija mayor Samantha/Mary Mouser y el menor Anthony/Griffin Santopietro). Por su parte, desde el lado del personaje interpretado por Zabka tenemos a su hijo biológico, Robby Keene (Tanner Buchanan) y a Miguel Díaz (Xolo Maridueña), el hijo de su novia de origen latino, Carmen Díaz (Vanessa Rubio). Todos estos personajes secundarios intentaban crecer en un valle a veces apacible y a veces agitado.
Las primeras cuatro temporadas de “Cobra Kai”, entonces, tenían como base el reencuentro de dos viejos rivales que, con la brillante idea de abrir sus propios dojos (academias) de karate, buscaban prevalecer el uno sobre el otro. A todo esto bien podríamos sumarle el factor nostalgia, muy bien aplicado al comienzo por los responsables de la serie. No solo imágenes de apoyo que mostraban la forma en cómo el señor Miyagi (Pat Morita) influenció en la vida de Daniel, sino fundamentalmente una –espontánea al comienzo y algo forzada después—reaparición de una serie de personajes del pasado.
Así pues, como en una especie de viaje a través del tiempo, los fanáticos de la saga “Karate Kid” tenían en su dispositivo nuevamente frente a sí al temible sensei John Kreese (Martin Kove) o --más recientemente-- a Terry Silver (Thomas Ian Griffith), Mike Barner (Sean Kanan) y Chozen Toguchi (Yuji Okumoto). Y aunque en muchos de estos casos lo más evidente era que el tiempo no había pasado en vano (algunos ya son sexagenarios y nunca practicaron karate más allá de su trabajo en “Karate Kid”), el poder de la ficción lo perdonaba todo.
Así pues, llegamos a la quinta temporada con tanta incertidumbre como expectativa. El personaje de Miguel, tal vez el que más se ha transformado físicamente en estos cuatro años desde el estreno de la serie en YouTube, se fue a México en busca de su padre biológico. Por su parte, Robby, quien gracias al guion evidencia una clara madurez mental y emocional, aceptaba viajar con su papá, Johnny Lawrence, en una especie de ‘búsqueda’ introspectiva. Desde el lado de los adultos, Daniel LaRusso viene de perder el último torneo en All Valley, pero sobre todo enfrenta, inicialmente, las molestias de su esposa Amanda (Courtney Henggeler), quien busca algo de paz familiar y tiempo a solas con su esposo e hijos.
En lo argumental, lo primero que salta a la visa en esta quinta temporada es que el recurso de los torneos ha sido dejado de lado casi por completo. No hay preparación, entrenamientos diarios y menos estrategias para levantar una copa en el corto plazo. Al menos hasta el cuarto episodio, “Cobra Kai” brinda un peso mayor al drama y rivalidad digamos ‘psicológica’ entre sus personajes. En ese sentido, Daniel LaRusso tiene a Terry Silver como su enemigo de turno (John Kreese está preso por un acto violento clave para la historia, pero que nunca cometió).
Aquí viene un detalle particular: la labor de Thomas Ian Griffith como villano sostiene una historia que parece estar destinada para menos de 10 episodios. Sus gestos, la modulación de su voz, pero sobre todo su poder de convencimiento en diálogos psicológicos, nos resultan casi siempre convincentes. Incluso en comparación con la labor de Martin Kove como John Kreese en la temporada anterior, la diferencia es superior a favor del espigado villano.
En diversos espacios se ha destacado como principal fortaleza de “Cobra Kai” el hecho de que ofreciendo poco logra mucho. La aseveración resulta cierta en parte. Se nota un esfuerzo por sostener esos ‘viajes’ al pasado (con emotivas imágenes de archivo y ‘regresando’ viejos personajes como Chozen o Mike). El gran tema aquí nos parece hasta qué punto estos recursos podrían haberse agotado ya. Salvo el señor Miyagi (imposibilitado por obvias razones), ¿quién más podría ‘volver’ para futuras temporadas? Pero más que eso, ¿resulta creíble que todos terminen volviendo casi por casualidad al mismo valle donde inició “Karate Kid”?
A esto habría que sumarle una serie de falencias que muestra esta última temporada. Historias que nunca cierran –como la del padre biológico de Miguel que inicialmente promete y rápidamente se desinfla--, y otras que parecen puestas para ‘rellenar’ (el embarazo de Carmen y la futura segunda paternidad de Johnny), pero fundamentalmente una larga cadena de idas y vueltas (ex peleadores de Miyagi Do que pasan a Cobra Kai y viceversa) cuyo efecto resulta negativo por lo absurdo. Un último punto aquí: personajes que desde un inicio resultaron ciertamente vacíos como Anthony LaRusso han sido beneficiados por el argumento en desmedro de otros que sí prometían mayor crecimiento, como Eli Moskowitz (Jacob Bertrand).
A manera de conclusión vale la pena preguntarse hasta qué punto “Cobra Kai” puede alargarse para no terminar siendo solo una repetitiva historia de sexagenarios agarrándose a golpes mientras intentan llevar por el buen camino a sus alumnos del valle (aclaración: los movimientos de cámara y el trabajo de dobles resulta notable en los capítulos 5 y 10. Negarlo sería injusto). Aunque habrá una sexta temporada, tal vez lo más saludable sería que –para el buen recuerdo de sus espectadores—”Cobra Kai” no busque llegar más allá.
Cobra Kai 5 / Netflix
Director: Jon Hurwitz, Hayden Schlossberg
Sinopsis: Después del impactante final del torneo All Valley, Terry Silver comienza a expandir el imperio de Cobra Kai con el objetivo de que su estilo de karate «sin piedad» sea el único que quede en pie. Con Kreese tras las rejas y Johnny Lawrence alejado del arte marcial para dedicarse a reparar el daño que causó, Daniel LaRusso deberá recurrir a una amistad del pasado.
Elenco: Ralph Macchio, Courtney Henggeler, Xolo Maridueña, William Zabka
Género: Comedia de acción.
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