“Málaga, 2010, cabalgata de los Reyes Magos. El momento más mágico del año se torna en pesadilla para la familia Martín cuando su hija Amaya desaparece entre la multitud. Miren Rojo, una periodista en prácticas, hará suyo el caso y no parará hasta encontrarla”, esta es la sinopsis de “La chica de nieve”, la serie española disponible en Netflix basada en el libro del mismo nombre del escritor Javier Castillo (2020).
Adaptada para la televisión y estrenada el pasado 27 de enero en la plataforma de streaming la serie está protagonizada por Milena Smit (”Madres paralelas”, “No matarás”), Jose Coronado (”El inocente”, “El cuerpo”), Aixa Villagrán (”Loco por ella”), Tristán Ulloa (”Fariña”, “Pudor”), Loreto Mauleón (”Patria”, “Besos en el aire”) entre otros.
Desde su reciente estreno, la trama de “La chica de nieve”, ha seguido el camino de éxito de la obra de Castillo (1.000.000 de ejemplares) y ha trepado al TOP 10 de Netflix en poco tiempo. Actualmente, la ficción ocupa el cuarto lugar de preferencia de la plataforma y entre los varios temas que la gente viene comentando es su desenlace.
Final explicado
Compuesta por 6 episodios, “La chica de nieve”, va revelando con el paso de la historia, la identidad de quien o quienes robaron a Amaya. Es así que en la sexta parte, que explicaremos a continuación, damos por terminada una trama que generó intriga y mantuvo la expectativa hasta el final.
Es 2019 y la Policía ha descubierto el asesinato de dos pederastas involucrados indirectamente en el abuso sexual de Miren y sospechosos de la desaparición de Amaya. Entre las cosas halladas en uno de ellos, está una foto hecha a la periodista, lo que la ubica como sospechosa del crimen.
Por otro lado, con el nombre de Iris (la secuestradora de Amaya) en la mira, Miren se dirige a la casa de esta, después de haber encontrado su nombre en la agenda del técnico que arregló el viejo VHS con el que enviaban a la Policía las cintas de la niña desaparecida.
Una vez en casa de Iris, Miren se presenta ante la mujer como una periodista que quiere hacer un reportaje de entornos aislados. Dudosa al principio, Iris termina por aceptar “la entrevista” y deja pasar a Miren mientras Amaya (Julia) se esconde en el segundo piso.
Durante su breve estadía en esa casa, Miren se da cuenta de varios detalles que confirman sus sospechas: una bicicleta de niños, el VHS Sanyo, y finalmente la vincha que lleva Iris en la cabeza es la misma que tenía Amaya en las cintas enviadas a la Policía.
Alertada por lo que ve, Miren sale de la casa y avisa a la Policía de su hallazgo. Mientras tanto, Iris, acorralada, comienza su plan de fuga con Amaya. A partir de aquí, ya en la carretera, Miren persigue a la secuestradora que en un estado de pánico tremendo, decide suicidarse junto a la menor poniendo a toda velocidad el auto en el que viajan. A unos metros, Miren ve cómo caen al abismo que para suerte de la pequeña no es profundo y logra sobrevivir.
Lo mismo no sucede con Iris, que muere en el acto mientras Amaya trata de despertarla en vano.
Miren se acerca a la niña y trata de explicarle que fue secuestrada hace nueve años pero la menor cree que le miente y le dispara con la escopeta de Iris pero solo logra herir a la periodista.
Usando su fuerza, Miren controla a la niña, mientras la Policía llega al lugar.
Con el caso resuelto, los padres de Amaya intentan acercarse a su hija pero esta será una tarea complicada, dada la pérdida de recuerdos que ha sufrido la niña.
Por otro lado, Miren está todavía en la mira de la Policía por el caso de la muerte de los pederastas. Para suerte de la periodista, su compañero y profesor Eduardo le dice que vio las fotos que ella guardaba en la memoria de su cámara donde aparecen los tipos minutos antes de morir calcinados pero decide cubrirla y apoyarla a pesar del crimen que sabe que cometió.
Dos años después, nos ubicamos en 2021. Miren recibe la ovación de la gente durante la publicación de su libro “La chica de nieve” y explica que el nombre responde al ruido que hacía la imagen vacía de las cintas grabadas.
En medio de la celebración y a punto de ir a cenar con su amigo Eduardo, Miren recibe un sobre que dice: ¿Quieres jugar?. Al abrirlo, la periodista y ahora escritora ve una fotografía de alguien vendado que dice: “Laura Valdivia, 2012″, una imagen con el mismo rotulado que solía hacer uno de los pederastas asesinados, lo que indicaría que la trama de red de menores sigue viva y a la espera de una pronta reacción de la periodista.
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