Sin proponérselo, Jefferson Farfán (40) ha reversionado ese “hit” noventero de los Nosequién y Los Nosecuántos que evoca los días de verano en el sur chico de Lima. Por estos días, a la altura del kilómetro 40 de la antigua Panamericana, doblando a la derecha, el camino ya no es de tierra: hace unos días se terminó de asfaltar una vía que nos conduce al estacionamiento del centro comercial KM 40, que tiene como uno de sus principales inversionistas al exfutbolista peruano.
Este moderno mall, ubicado en el límite de Pulpos y El Silencio, y que ocupa un área de 13 mil metros cuadrados, ha llegado para potenciar la oferta comercial en una zona cuyo crecimiento urbano se viene dando de forma sostenida. En definitiva, le ha cambiado el rostro al barrio. Lo único que sigue caro es el peaje.
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Jefferson nos recibe por el acceso principal junto con José Zegarra, su socio y gerente general de Alta Visione Investments, para hacer un recorrido por el centro comercial. Un grupo de obreros que ultiman detalles para la inauguración se acercan al goleador nacional a pedirle fotos. Él acepta encantado y atiende a cada uno con la paciencia de un buda. A lo lejos, saluda a la conductora de tv Karen Schwarz, que también tendrá presencia en este lugar con su tienda de ropa íntima femenina.
Mientras caminamos, José nos explica que llegan para “cubrir necesidades y aportar en el desarrollo económico” del distrito de Lurín. “El público de esta parte de la ciudad estaba desatendido. Nosotros venimos a ofrecerle la mejor oferta gastronómica, con Granja Azul, Edo, Master Kong, Malatesta, Sarcletti. Nuestras tiendas ancla son Wong y Smart Fit. Tenemos más del 90% de ocupación de los espacios, repartidos entre marcas de moda, deportivas y estilo de vida”, comenta el empresario.
Con un casco de construcción en la cabeza, ‘Jefry’ observa un plano y señala la ubicación que tendrá su tienda de ropa urbana en este mall. Hace un par de meses, en medio de las celebraciones por sus cuarenta años, lanzó al mercado ‘Mdre’, una marca con la que rinde homenaje a la mujer que le dio la vida. “Ya si mi marca no está acá, mejor me mato”, ríe Jefferson. “A mí siempre me ha gustado la moda. Este emprendimiento se lo dedicó a mi mamá, quien siempre me empujó a salir adelante”, complementa.
De hecho, fue la propia doña ‘Charo’ quien le insertó la idea de abrir un centro comercial en el sitio donde nos encontramos, años atrás, cuando el terreno estaba abandonado. “Junto con mis hijos, ella es mi principal motivación. Siempre ha sido un pilar importante en mi vida, no solamente para este proyecto, sino en todas las cosas que yo hago. Eso es algo que valoro un montón”, comenta el exseleccionado nacional.
Hoy Jefferson está más enfocado en seguir desarrollando proyectos que tengan un impacto positivo. “A mí me gustaría ser un referente no solo en el fútbol. Cuando empecé en esta linda aventura, lo hice pensando también en los más jóvenes, para que puedan ver que se pueden hacer cosas grandes”.
KM 40 supuso una inversión de 50 millones de soles y espera recibir 500 mil visitantes solo en diciembre. El plan es operar los 365 días del año. Su gran reto, afirman ambos socios, es romper la temporalidad. “En realidad, ese es el objetivo principal”, finalizan. //
Algunas marcas confirmadas son Granja Azul, EDO, Sarcletti, Malatesta, Master Kong, Freddo, Häagen Dazs, Shawarma, Freddo, Pancho Fierro, Dim Sum, Acai bowls, Sanna, etc. Además, cuentan con una alianza con Rappi para el despacho de productos en los balnearios del sur de Lima. Hoy, apuntan a un público de 120 mil residentes. Asimismo, tienen planeado operar durante el año.