Desde su estreno en el Festival de Cine de Berlín (Berlinale) hace dos años, Retablo ha cosechado 42 premios internacionales. (Foto: @retablolapelicula)
Desde su estreno en el Festival de Cine de Berlín (Berlinale) hace dos años, Retablo ha cosechado 42 premios internacionales. (Foto: @retablolapelicula)
Vanessa Romo

Más allá del país de donde provenga o el idioma que se hable en ella, al ver una película todos nos comunicamos con un solo lenguaje, el del cine. Es a lo que se refería el director surcoreano Bong Joon Ho cuando puso el tema sobre el tapete en el corazón de Hollywood. “Cuando superen la minúscula barrera de los subtítulos, podrán conocer films maravillosos”, dijo al recibir un Golden Globe por su excelente película Parasite.

Al cine peruano también le ha costado ser consumido por audiencias más allá de las locales. Felizmente, el esfuerzo ha dado grandes resultados. En su historia más reciente, las producciones nacionales han estado nominadas al Óscar, como es el caso de La teta asustada, o han ganado en el Goya y San Sebastián.

Hace poco nos enteramos del último hito conseguido: Retablo consiguió que por primera vez una película peruana logre una nominación en la historia del BAFTA, el Óscar británico. Y la lista de reconocimientos solo va en ascenso.

Luego del BAFTA, el director de Retablo, Álvaro Delgado Aparicio, irá al Independent Spirit Awards, en Estados Unidos. En esa competencia recibió una nominación. por mejor película extranjera. (Foto: Violeta Ayasta)
Luego del BAFTA, el director de Retablo, Álvaro Delgado Aparicio, irá al Independent Spirit Awards, en Estados Unidos. En esa competencia recibió una nominación. por mejor película extranjera. (Foto: Violeta Ayasta)

La nominación de Retablo en el BAFTA se dio gracias a que su director, Álvaro Delgado Aparicio, tiene la nacionalidad británica. Sin embargo, y pese a ser un público anglosajón que no consume masivamente cine con subtítulos, el cineasta comenta que estuvieron nueve semanas en cartelera en Londres.

“Lo que ahora se reconoce es tener relatos que atraviesan fronteras y que te muevan”, señala Delgado Aparicio. “Cuando estuvimos en el estreno en China de Retablo, nos dimos cuenta de que no importaba el lenguaje, sino la conexión con la historia”, agrega.

Óscar Catacora, el director de Wiñaypacha –otra película galardonada–, comenta que, pese a estar en aimara, su película fue bien recibida porque transmitía problemas universales. “Es un recorrido por el abandono de las personas de la tercera edad, algo que apela a la sensibilidad del ser humano no solo en Latinoamérica, sino a nivel mundial. Eso junto a la reivindicación de las culturas indígenas, al ubicarlas en un espacio importante del cine actual”, añade.

El director Óscar Catacora recibió grandes elogios en el exterior por su película Wiñaypacha. “Se reivindicó a las culturas indígenas”, señaló a Somos.
El director Óscar Catacora recibió grandes elogios en el exterior por su película Wiñaypacha. “Se reivindicó a las culturas indígenas”, señaló a Somos.
/ Pedro Martin Gonzalez Castillo

Según Juan G. Castro, gerente comercial de la distribuidora Quechua Films, esto último es un factor que cruza las últimas películas peruanas. “La producción en lenguas nativas funciona bien porque acerca el Perú al mundo. Eso, junto a una historia local to global, que encuentra puntos en común con realidades universales, hace que la internacionalización sea más fácil”, señala el experto.

-ABRIENDO CAMINOS-

La productora Enid ‘Pinky’ Campos, quien ha trabajado en Retablo y en otras decenas de películas peruanas, comenta que el apoyo económico que se recibe del Ministerio de Cultura a través de la DAFO (Dirección del Audiovisual, Fonografía y los Nuevos Medios) es crucial para hacer una película y luego distribuirla.

“Esta ayuda ha mejorado desde inicios de siglo, con Días de Santiago”, dice Campos. Pero refiere que aún están lejos del apoyo que reciben Chile o Colombia y a años luz de lo que se necesita para hacer campañas para premios como el Óscar. “Para eso hay que poner la película en todos los cines y hay quienes invierten medio millón de dólares en eso. El apoyo que recibimos llega al 10% de ese monto”, cuenta.

La película Días de Santiago, del director Josué Méndez, fue una de las primeras importantes del siglo XXI por su recorrido internacional.
La película Días de Santiago, del director Josué Méndez, fue una de las primeras importantes del siglo XXI por su recorrido internacional.

Para Catacora, la distribución es el paso más difícil luego de terminar una película porque, pese a lo que parezca, en los festivales el público interesado en ver cintas con subtítulos es reducido. “En el caso de Wiñaypacha, el premio que obtuvo en el Festival de Guadalajara permitió que Netflix la comprara para México, Canadá y Estados Unidos”, cuenta Castro, quien se encargó de su distribución.

Sin embargo, Castro añade que el camino es complicado y sigue buscando espacios como los educativos para llevar las películas. “Hay que innovar constantemente en estos mercados”, comenta. En esa línea, Miguel Valladares, gerente general de Tondero Films, señala que el futuro de la internacionalización está en las plataformas digitales y en las coproducciones con diferentes países.

DIEZ AÑOS DESPUÉS. 
En el 2010, La teta asustada se convirtió en la primera película peruana en ser nominada a un premio Óscar. En la foto, su protagonista, Magaly Solier, y la directora Claudia Llosa.
DIEZ AÑOS DESPUÉS. En el 2010, La teta asustada se convirtió en la primera película peruana en ser nominada a un premio Óscar. En la foto, su protagonista, Magaly Solier, y la directora Claudia Llosa.

“Hay historias muy peruanas que han interesado, pero sobre todo en los géneros de thriller policial o comedias románticas. Si además se agrega elencos con diferentes partes del mundo, el contenido se potencia y conecta con un público más grande”, explica Valladares. //

-HISTORIA DE PREMIOS-

Una de las primeras películas peruanas galardonadas fue La muralla verde, de Armando Robles Godoy, en 1970, en el Festival Internacional de Chicago.

Gregorio, del Grupo Chaski, también logró en 1984 una lluvia de reconocimientos en Europa.

En los años ochenta y noventa, Francisco Lombardi fue el director que más premios internacionales recibió por sus producciones como La ciudad y los perros, Bajo la piel, Pantaleón y las visitadoras y Tinta roja, a inicios del 2000.


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