Un juego contra el cáncer

El marcador va ya 2 a 0. Gana Silvia, pierde el cáncer. O podría decirse también que gana la vida. El primero de los goles lo metió ella hace 18 años, cuando le detectaron un cáncer al colon que superó con cirugía, quimioterapia y esa ilusión que la ha acompañado toda la vida. El 2015, la enfermedad quiso sorprenderla con un contragolpe y le afectó la mama. Silvia se paró bien en la cancha, hizo una nueva jugada mágica con ayuda de sus médicos y con esperanza -que en ella es una fuente inagotable- volvió a gritar gol. 

Nunca la fue ajena la palabra cáncer a Silvia Miró Quesada. Su madre fue una de las fundadoras de la Liga Peruana de Lucha Contra el Cáncer y desde pequeña ella misma había salido a las calles con su latita a pedir colaboraciones para los miles de pacientes que cada año son diagnosticados con esa enfermedad (unas 47 mil, según las últimas cifras). Pese a esa familiaridad, hubo miedo durante sus batallas. ¿Quién no se asusta tan solo con escuchar esa palabra? Pero ningún temor fue tan grande como para borrar por completo su sonrisa. 

Esa sonrisa de Silvia es la misma que el último martes se quedó en los rostros de los pequeños del albergue Catalina Art, donde un grupo de voluntarios de la asociación cultural Pez en la Luna representó "Unos días con Bobby", el cuento que Silvia escribió hace un año para regalar un poco de esa ilusión que le ayudó a no bajar los brazos durante sus batallas, a quienes hoy tienen la suya propia. 

El cuento es la historia de Rómulo, un niño que un día se entera de que a su mamá le han detectado cáncer. Si la historia es sobre Rómulo, ¿por qué el cuento nos habla de un tal Bobby? Bobby es el nombre que con el que Rómulo y su mami bautizan al metálico colgador del suero luego de que, usando la imaginación, descubren que tiene la forma de un perrito. 

El cuento de Silvia, que es parte de una historia propia, es un canto a la esperanza. Una invitación a no olvidar nunca que todas las cosas, incluso las que nos asustan, si las miramos de otra forma, se transforman. 

La historia de Rómulo y Bobby es representada por tres cuentacuentos, entre música, bromas y sorprendentes trucos de magia, que dejan a los pequeños con una expresión de felicidad. 

Y así, durante una hora, uno puede ver a los pequeños trepados en un carrusel que los lleva por diferentes emociones. Si alguien llora, eso sí, solo es por reír demasiado. 

Durante la representación de su cuento en Carolina Art, vimos a Silvia llorar de emoción Por ella y por los pequeños que a corta edad tienen la fortaleza que muchos adultos envidiaríamos, por todas las luchas similares a la suya. Por la vida. 

Vencer el miedo 
​EL proyecto de Silvia tiene como objetivo que, a través de esa imaginación, los pacientes -grandes y chiquitos- puedan vencer el miedo a la enfermedad. 

La historia de Rómulo y Bobby es parte de un emprendimiento personal de Silvia, que se ha propuesto llegar a la mayor cantidad de pacientes de cáncer en nuestro país. Por eso ya está trabajando en la traducción de su cuento a lenguas como el aymara, el quechua, el aguaruna y asháninka. "De lo que se trata es de sembrar la semilla de la esperanza en la mayor cantidad de corazones posibles", cuenta. 

Al igual que en el albergue Catalina Art, Silvia llevó su historia una semana atrás al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN). El final del cuento, obviamente, siempre es el mismo: las caritas felices de los pequeños que lo escuchan, sus ojitos traviesos persiguiendo las mariposas blancas de papel que el mago de Pez en la Luna hace volar por los cielos y Silvia, sonriente pero conmovida, con el corazón tan llenito de ilusión que hasta le alcanza para regalar. 

El dato
Silvia Miró Quesada presentará su libro "Unos días con Bobby" de la editorial Polifonía en dos fechas durante la Feria Internacional del Libro de Lima el 5 de agosto en el auditorio Blanca Varela, y el 6 de agosto en el teatrín La Casa de Cartón. Durante las presentaciones también participarán los cuentacuentos de Pez en la Luna.