¿Recuerdan al baculovirus? Un asesino maquiavélico. Ingresa a las entrañas de su víctima —las larvas de polillas y mariposas— a través de la comida. Toma por asalto las células de su intestino donde prolifera. Manipula su comportamiento y lo guía hasta la cima de un árbol donde le da la estocada final. El cadáver del gusano se derrite y gotea hacia las hojas inferiores portando millones de virus que están listos para infectar nuevas víctimas.
Pues bien, un virus puede ser capaz de contrarrestarlo. Para conocerlo, lee el más reciente post del blog Expresión genética del biólogo David Castro.