FERNANDO VIVAS (@Arkadin1)
A un lado, el ladrillo pelado de los Gonzales; al otro, la terraza de los Maldini. En una banca en el jardincito del vecindario de mentira, me apretujo con Regina. Hemos reído mucho en la sesión de fotos con Chuiman y César Ritter. Adolfo ha tratado a César como a hijo, lo que en la ficción es, y hasta ha ensayado con él uno de sus célebres bofetones al ralenti. Además, le dijo a boca de jarro que ha hablado con Efraín Aguilar para que lo mate como a Doña Nelly, para que Regina traiga de reemplazo a Gian Marco. César también ríe antes de dejarnos. El escenario y el relajo son perfectos para hablar con Regina de la tele, del teatro, de la vida y de las apariencias.
Siempre estás de vuelta...
Estoy feliz porque la vida te sorprende y siempre hay una oportunidad en la que dices:¿me lanzo? Estoy contenta en Radio Felicidad, pero hace un año conversé con Efraín [Aguilar].
Tú y Osvaldo Cattone iban a ser pareja en otra historia (el papel recayó en Denisse Dibós, sin compañero).
Lo que sucedió fue que hice la serie “Derecho de familia” y con la radio ya tenía suficiente.
Osvaldo ha anunciado el retorno de ustedes al Marsano.
Probablemente demore porque son muchas cosas para mí. El tiempo pasa y estamos mayores y quiero darme el gusto de hacer las cosas con tranquilidad.
Pero el tiempo no ha pasado mucho para ti. ¿Te has hecho algo?
[Ríe] Yo decía cosas como: "Hay que envejecer dignamente". Pero me convencieron y estoy muy contenta con la refrescadita.
Es un término bonito, pero técnicamente, ¿de qué se trata?
Es un 'lifting'. Algo casi ambulatorio. Fue en noviembre, fue muy rápido, antes de asumir el papel de Socorro.
Estamos en Las Lomas (el barrio escenográfico de “Al fondo hay sitio”). ¿Esto no te devuelve al tiempo de “Gorrión”?
Sí, pero todo es diferente. Ahora se trabaja con más tranquilidad,en un estudio cerrado como en el cine. Antiguamente hacíamos “Gorrión” en la Quinta Heeren. Era problemático hacer exteriores. Acá no te sientes observado.
¿Hiciste ficciones en vivo?
Por supuesto, hicimos “Más mujercitas” a la 1 p.m. y aprendíamos el guion tomando una sopa y almorzando. Salíamos vestidas de la casa, con los lazos. Y trabajaba en familia, con mi mamá Marianela Ureta, mi tía Elvira Travesí, sus hijas Gloria María y Liz Ureta.
Gente de tu promoción me ha contado que usaban ‘chuletas’ [papeles con el texto pegado en las paredes].
Yo nunca. El rey de las 'chuletas' era Pepe Vilar. Una vez, los compañeros le quemaron las 'chuletas'. No era sencillo, porque tienes que leer sin mover los ojos para disimular.
Luego trabajaste en el estudio del 5 en la Feria del Pacífico.
Sí, era terrible. Pasaban los aviones que salían del aeropuerto y había que parar. Una vez Patricia Aspíllaga me dio una cachetada 7 veces.
Eso fue en “El adorable profesor Aldao”, Patricia era la tía y tú la escolar coqueta. Esa es la génesis de “Carmín”.
En esa época los papás prohibían que se viera la novela y hay gente que me cuenta que se metía debajo de la cama para verla.
Volviendo a Las Lomas, eres un personaje salido de la memoria de Peter [Socorro quedó embarazada de Peter, pero se casa con su mejor amigo].
Solo sé que estaré los próximos 6 meses, no sé si seré muy buena o muy dulce o con carácter. En el primer capítulo he sido cálida y serena porque estoy con mi hijo. Con Peter, en cambio, la situación no es fácil.
Regina Alcóver junto a César Ritter y Adolfo Chuiman. (Foto: Hugo Pérez/ El Comercio)
La radio es tu lugar de equilibrio, de refugio diario.
La cabina es un refugio, literalmente. Los oyentes son mi familia, me apoyan, me llaman. Uno se mete en el corazón de la gente, en el más remoto rincón del país te pueden tener en la oreja.
Hablando de familia y reencuentros. Gian Marco está por irse del Perú y tu hija Mía vive en Boston.
Estoy trabajando el desapego. Los hijos pasan por tu vida, les das lo mejor que tienes y luego hacen su propia familia. Es lo que corresponde. Yo los veo pasar y los miro y nos hablamos por teléfono. ¿Si los hijos están sanos y felices, qué más pueden pedir los padres? Soy amiga de mis hijos y mis hijos son mis mejores amigos.
¿El tiempo afirma la amistad?
Sí, con los dos he tenido conversaciones bien importantes. Antes de que se fuera Mía, le dije: "Para que no llevemos la mochila muy pesada, dime lo que no te gusta de mí". Y sacó el pergamino y me dijo todo.
¿Y con Gian Marco?
Con Gian Marco es una constante, porque hemos tenido episodios largos de separaciones. Entonces retomamos conversaciones y es muy interesante. De niño quiso vivir con su papá, se fueron [a Chile], luego yo me fui a otro país, quise llevarlo, pero él se quiso quedar acá. Después se fue a verme a EE.UU. Mía es mi cable a tierra y Gian Marco en este momento también.
¿Como mamá y amiga, cómo lo ayudaste a superar el incidente de la Navidad pasada? Yo me solidarizo con él (Gian Marco hizo pública su indignación ante la tormenta de fuegos artificiales que invadió su casa).
¿Cómo dominar la rabia de un padre? Yo estaba allí. A la más chiquitita de mis nietas, de 8 años, casi le cae la bengala. Felizmente una primita la jaló. Ese primer impromptu de la rabia no lo puedes parar. Solo hay que dejarlo pasar.
Gian Marco tomó una decisión drástica. Canceló su Twitter. ¿Mediaste para que lo reabriera?
[Ríe] Sí, pero ahora está cansado de nuevo. Él es así, lo fabricamos así su padre y yo y tiene mucho del papá. Ayer le dije: "Amor, no te pude escribir en el chat, qué pasó". Me respondió: "No, mamá, ya me cansé de esto, mejor te llamo". Estar expuestos en las redes no es fácil. Me han escrito cosas muy tristes y terribles respecto de mi hijo y piensan que voy a reaccionar, pero no, quiero pasar esta etapa de mi vida agradecida y feliz y dar el ejemplo. Me da ternura cuando juega fútbol y se pica con los demás. Es su forma de ser.
¿Joe se le parecía?
No sabes lo que era. Cuando estaba de novia con él en el auto, creía que le habían dicho algo y se bajaba como loco. "¿Para qué te vas a pelear?", le decía.
¿Y también tenía el lado juguetón y bromista de Gian Marco?
Era adorable, a veces aparentaba ser muy serio, pero en las reuniones de amigos cantaba y hacía chistes. Yo soy hiperactiva, pero me he vuelto más serena con los años.