(Fotos: Redes sociales).
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/ HENTGES NORBERT
Luciana Villegas

El pasado mes de agosto, “” vio la luz. La esperada película basada en el libro de Colleen Hoover atrajo millones de fanáticos a las salas de cine. Lo que no se esperaba es que el film terminara en una disputa legal entre los protagonistas. Esta semana, el periódico New York Times ha revelado que ha demandado a su director y coprotagonista en el film, , por acoso sexual. Además, la actriz lo acusa de orquestar una campaña de desprestigio en su contra en los medios de comunicación y redes sociales. La demanda ha cambiado la narrativa de los últimos meses, en los que Lively ha sufrido el mayor golpe reputacional de toda su carrera.

Como se recuerda, durante los meses de promoción de la película, la actriz sufrió muchas críticas que terminaron por cancelarla en redes sociales. En sus entrevistas, Lively se centró en la historia romántica y la estética detrás de la película, dejando de lado el tema de fondo y más importante de la trama: la violencia doméstica. Esta narrativa decepcionó a los seguidores de la película y desató una ola de críticas contra la actriz. Por otro lado, Baldoni se dedicó a hablar de la problemática de violencia que enfrentan millones de personas a diario e incluso entrevistó a víctimas en sus plataformas personales. La situación desató una polémica en redes sociales y medios de comunicación y acabó con la reputación de la actriz.

Meses después, el New York Times revela una demanda en la que Blake Lively acusa a Justin Baldoni de ser el artífice de aquella campaña de desprestigio en su contra e incluso, menciona haber sufrido acoso sexual de su parte durante el rodaje del film. Analizamos las claves más importantes de esta demanda que ha desvelado una nueva modalidad de realizar una campaña de desprestigio en la era digital.

Blake demanda a Justin Baldoni por acoso sexual

La demanda presentada por la actriz señala que Baldoni y Jamey Heath, el productor principal del film, habrían incurrido en actos de acoso sexual en varias ocasiones durante el rodaje de la película.

Según el documento, Baldoni le habría dado besos a Lively en algunas escenas, que no estaban pactados en el guión ni previamente aprobados por la actriz. Incluso, el actor habría intentado agregar escenas sexuales a la trama, que Lively consideró “gratuitas”. En otra parte del documento, Lively señala que tanto Baldoni como Heath habrían ingresado sin permiso al remolque de la actriz cuando ella se encontraba amamantado a su menor hijo e incluso cuando se estaba cambiando de ropa, viéndola toples a pesar de sus pedidos de mirar hacia otro lado.

En la demanda, la actriz agrega que Baldoni le habló en varias ocasiones de su vida sexual, contándole experiencias en los que, a su parecer, hay una posibilidad que no haya tenido consentimiento de la otra parte involucrada. Además, la actriz señala que Baldoni le habría enseñado videos de su esposa desnuda.

En la demanda se revela que Lively alzó la voz sobre esta situación durante el rodaje y tras ello, pidió algunas garantías para terminar de grabar la película. “No mostrar vídeos de desnudos a Lively, no hablar de la supuesta ‘adicción a la pornografía’ previa de Baldoni, no discutir sobre conquistas sexuales frente a ella y otros, no mencionar los genitales del elenco y el equipo, no hacer más preguntas sobre el peso de Blake y no recordar más al padre fallecido de Lively”, se lee en el documento. El estudio Wayfarer se comprometió a seguir estas medidas, además de proporcionar un coordinador de intimidad, un productor externo y otras medidas. También se comprometió a no tomar represalias contra la actriz.

Sin embargo, según el documento Baldoni y Heath tenían miedo que la situación saliera a la luz y en el mes de agosto, contrataron una experta en gestión de crisis en relaciones públicas.

Los inicios de la campaña de desprestigio

En primavera, Lively señaló que el comportamiento de ambos hombres había mejorado. Sin embargo, ahora se encontraban en una disputa creativa por el guión de la película, hecho que fue público en ese momento. Como se supo, Lively preparó una versión de la película con el apoyo de Sony, la distribuidora. Al final, su versión fue elegida y vista por millones de personas. De hecho, “It ends with us”, fue un éxito en taquillas recaudando casi 350 millones de dólares.

La tensa situación generó que Lively no se presentará en ninguna actividad de promoción junto a Baldoni, lo que inició una polémica en redes sociales. Al inicio, los fanáticos pensaban que se trataba únicamente de una diferencia creativa, ignorando las acusaciones de acoso sexual que hoy Lively saca a la luz. Tras los ataques en redes sociales y medios de comunicación, Lively en esos meses fue tildada de “abusar de su poder” y ser “muy difícil para trabajar”.

En la primera semana de agosto, Baldoni y Heath contrataron a la experta en gestión de crisis, Melissa Nathan. Nathan representó al actor Johnny Depp en el famoso y mediático caso contra su ex esposa, Amber Heard. Entre los primeros planes que se revelan en el documento con mensajes y fotografías, Nathan sugirió que la narrativa en medios de comunicación sea que Lively abusó de su poder para liderar la gestión creativa de la película. Pero eso fue solo el inicio.

Los detalles de la campaña

La demanda presentada por Blake revela mensajes entre Baldoni y Nathan que demostrarían una campaña de desprestigio directa y severa contra la actriz. En uno de ellos, el equipo de Baldoni le escribe a Nathan “El quiere sentir que ella puede ser enterrada”, a lo que Nathan contesta “Sabes que podemos enterrar a cualquiera”.

Así como este mensaje, en el documento se presentan miles de conversaciones que muestran el alcance de la campaña. Uno de ellos muestra un mensaje de Baldoni enviando un hilo en redes sociales que acusaba a un famoso de comportamiento abusivo. “Esto es lo que necesitaríamos”, escribió Baldoni. Nathan sugirió para ello emplear a expertos de redes sociales que incurran en “derribos completos de cuentas”, “hilos de teorías” y cuentas o comentarios para “cambiar la narrativa”.

Los primeros movimientos se vieron tras el estreno de la película. En el documento, los mensajes de texto demuestran que Nathan ya había hablado con periodistas para acordar artículos que desprestigien a Blake, incluido uno de los editores de The Daily Mail. Mientras los internautas se daban cuenta de la pelea entre Lively y Baldoni, y la prensa ejercía una cantidad increíble de artículos atacando a la actriz. Al mismo tiempo, la narrativa se iba formando en contra de ella tras sus respuestas en algunas entrevistas durante la promoción de la película.

Sobre ello, en el documento se revela que Lively no mencionó el tema de violencia doméstica debido a que estaba cumpliendo el plan de promoción indicado por Sony. En el, se estipulaba que el centro de la promoción sea los aspectos inspiradores de la película y el tema floral, no la violencia doméstica. Sin embargo, esta narrativa enfureció al público además de algunos comentarios de Lively que no calzaban con la situación. Es imposible determinar cuanto de la campaña fue orquestada por el equipo de Nathan y cuánto fue orgánico.

Ante la situación, en el documento se muestra que Baldoni y Nathan aprovecharon la situación para crear contenido sobre la violencia doméstica y a favor de la víctimas en las redes de Baldoni, y cambiar la narrativa. “Y la redes sociales se están disparando de verdad. A favor de él, ella debe estar furiosa. En realidad es triste porque solo demuestra que hay gente que realmente quiere odiar a las mujeres”, escribió Nathan en uno de los mensajes.

Baldoni y Nathan señalaron en algunos mensajes que el equipo de comunicaciones de Blake Lively estaba intentando difundir artículos negativos sobre Baldoni, pero no añadieron pruebas al respecto. En algunos mensajes, el equipo se felicita por la campaña de desprestigio. Incluso, en uno de los mensajes, felicitan a Nathan por el artículo de The Daily Mail que titula “¿Está Blake Lively a punto de ser cancelada?”. A lo que ella responde, “Por eso me contrataron, soy la mejor”.

La situación desató una narrativa que terminó con la reputación de Lively, mientras que Baldoni no solo aumentó su popularidad sino que se definió como un aliado en la causa feminista y contra la violencia doméstica. La denuncia de Lively revela hechos que hoy han dividido la narrativa en redes sociales y que demuestran una nueva modalidad para manejar la opinión pública.




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