Por Karina Villaba
La soya es rica en proteínas y fuente de hierro y calcio. Dentro de su acción preventiva, el principal componente de la soya son los flavonoides, específicamente las isoflavonas (quercetina, catequina, daidzeína y genisteína). También contiene saponinas que estimulan la inmunidad al cáncer.
Cómo actúan los componentes de la soya
Las isoflavonas (principalmente la ginesteína) protegen a las células del ataque de los radicales libres (células cancerigenas) y evitan el desarrollo del daño celular. Además, impiden mutaciones genéticas e inhiben a las enzimas generadoras de radicales libres. De otro lado, las saponinas normalizan la proliferación celular producida por carcinógenos, por ello se consideran como elementos anticancerígenos.
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Otras propiedades
El consumo habitual de soya ayuda a controlar el nivel de colesterol en la sangre y es un aliado contra las enfermedades del corazón. Además, por su contenido de calcio es recomendado para personas que padecen osteoporosis. Otra de sus propiedades es el efecto estrogénico, que ayuda a mitigar los síntomas de la menopausia.
Cuánta soya consumir
Las poblaciones asiáticas que tienen bajas tasas de cáncer de mama y de próstata consumen entre 20 y 80 mg de genisteína por día. Se sugiere que el consumo de una o dos porciones de productos de soya por día puede reducir el riesgo de padecer cáncer. ¿Pero, a cuánto equivale una ración de soya? Toma nota: equivale a medio vaso de soya cocida, dos o tres rodajas de tofu (entre 60 g y 100 g), un vaso de leche de soya, dos vasos de yogur de soya, una hamburguesa o dos o tres salchichas de soya. Lo ideal es incluirla en nuestra alimentación junto con otras legumbres y evitar el consumo de complementos sintéticos a base de soya.