¿Quién dice que el 14 de febrero es solo una fecha para los enamorados? Hace unos días, WUF le pidió a sus seguidores en redes sociales que compartan la historia de amor con su Wuf.
Estos testimonios nos demuestran que el amor viene de muchas formas, tamaños y colores. Y nos recalcan, una vez más, que los perros son capaces de transmitir amor único e incondicional.
Majo y Chubaca:
“El amor de mi vida se llama Chubaca y es el mejor regalo que me ha dado el universo. La encontré caminando sola por las calles de Ate y dije: si se sube al carro, me la llevo. Desde ese día somos inseparables. Donde voy yo, ella va. En realidad, va conmigo a todos lados. Si me voy a pasear en bicicleta, ella va. Si me voy a pasear en scooter, ella va. Si me voy a la playa o al río, ella va. No le tiene miedo a nada y lo mejor de todo es que, al disfrutar las aventuras como yo, se convirtió en mi mejor compañía”. Majo Morales.
2. Grecia y Lucas:
“Rescaté a mi retoño Lucas cuando él tenía un mes. Estaba desnutrido y con erliquia canina: parecía que no iba a sobrevivir la primera noche. Felizmente, todos los esfuerzos por salvarlo valieron la pena, ya que después de 6 meses de tratamiento se curó. Desde ahí, le metemos harto trekking cada vez que tenemos oportunidad. La próxima semana cumple 6 años y espero que siga conmigo por siempre. Es mi pequeño retoño”. Grecia Huasasquiche.
3. Milagros y Doky:
“Mi hijo se llama Doky. Nos conocimos hace 4 años, justo en febrero, y por algo será, porque desde entonces cada 14 no he tenido mejor compañía. Lo encontré cuando estaba adolorido y llorando: caminaba con las justas mirándome como pidiendo ayuda. Me acerqué con mi sobrinita y lo llevamos al veterinario. Nos enteramos de que el pobre había sido atropellado y abandonado a su suerte. No podía dejarlo ahí solo así que, poco a poco, fui asumiendo el costo de sus exámenes y tratamientos, y decidí adoptarlo. Igual publiqué su fotografía por si alguien lo estaba buscando, pero nadie lo reclamo, por eso hasta la fecha él es mi hijo. El amor más puro y sincero, mi compañero fiel”. Milagros Gamio.
4. Cinthia y Milaika:
“Hace 6 meses, la tuve por primera vez en mis manos. La traje a mi casa desde muy pequeña, ya que su mamá no la quería amamantarla. La amo demasiado. Ahora es mi cuelo y mi vida. Más que una preciosa perrita, es mi San Valentín, es mi amiga fiel y es mi hija. Me hace reír con todas sus travesuras y aventuras. ¡Adopten! ¡No compren!”. Cinthia Moran.
5. Cheli y Nico:
“Su familia lo llevó para dormirlo porque es sordo, le dio sarna y no querían tratarlo. Lo habían comprado de cachorro en un mercado de Puente Piedra. Felizmente, un albergue lo rescató, y un día vi que lo estaban dando en adopción en un encarte de Plaza Vea. Recibimos a Nico con mucha ilusión, pero algunas dudas: ¿cómo lo llamamos si no nos oye? ¿Y si se pelea con las demás mascotas? Felizmente, no se peleó con nadie, pero a la semana teníamos varios peluches, platos, vasos, y hasta un sofá menos”.
“Descubrimos que le teme a la oscuridad y por unos meses tuvimos que dormir con la luz de la escalera prendida. Es un huracán de energía y aunque muchas veces no podemos seguir su ritmo, nos hace reír tanto que no nos podemos enojar con él. Su nariz fría nos despierta en las mañanas y no tenemos necesidad de llamarlo, ya que no se separa de nosotros. Ya no hay privacidad, ni espacio personal, siempre tenemos un lindo perrito pegado a nuestras piernas. Apenas se le presta la más mínima atención, se comporta como el perro más feliz del mundo. ¡Se ha ganado los corazones de todos y no lo cambiaríamos por nada del mundo!”, Cheli.
Hay más de 4 millones de perros en estado de abandono en el Perú. ¡Tú puedes cambiar esa realidad! Encuentra a tu próximo amigo en www.wuf.pe. Para apoyar el trabajo de WUF, únete a www.clubwuf.pe.