El Extranjero, según Lucchino Visconti
El italiano Lucchino Visconti (1906-1976) fue un director de cine de la escuela neorrealista de su país. Sus obras reflejan la pesadumbre del pueblo europeo tras la culminación de la Segunda Guerra Mundial, siendo “La terra trema” (1948) la película más representativa del creador cinematográfico. A 35 años de su muerte, Huellas Digitales revela a sus lectores una de las mejores obras del autor, “Lo Straniero” (1967), un tesoro fílmico casi olvidado.
En una sociedad en la que la hipocresía y mentira son practicadas con fervor diario, Arthur Meursault (interpretado por el mítico Marcello Mastroianni) se muestra brutalmente sincero, sin ánimos de engañar a nadie, incluso a sí mismo. El libro del filósofo francés Albert Camus, “El Extranjero” (1942), fue el punto de partida del largometraje de Visconti.
El cineasta italiano cumplió la proeza de darle vida a cada personaje, escenario y diálogo del libro, todo ello narrado de una manera sencilla y eficaz. Se trata de la nada existencial llevada al celuloide.
La historia comienza en Argel, cuando el joven oficinista Arthur Meursault recibe la noticia del fallecimiento de su madre, quien residía en un asilo. Sin embargo, el hecho parece no causarle dolor alguno. Por otro lado, inicia una relación con una amiga del trabajo llamada Marie, al mismo tiempo entabla una relación amical con su vecino Reymond, quien lo induce a cometer un crimen por el que será ejecutado.
De esta manera, Visconti acompaña a Meursault en este viaje existencialista a través de paisajes abiertos, lleno de texturas oníricas y la sensación de que somos testigos presenciales de cada uno de sus actos. El cineasta transforma al siempre elocuente Mastroianni en un ser frío, pesimista e invadido por el vacío de su propio ser.
Es una brillante representación fílmica de uno de los libros cúspides del movimiento existencialista, cuyos máximos exponentes fueron Jean-Paul Sarte y Albert Camus.
Tanto pesimismo debe, entre otras razones, al clima deprimente de la Europa durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Tanto el filósofo como el cineasta enfrentaron, desde distintos frentes, al poder.
Albert Camus, premio Nobel de Literatura 1957, formó parte del colectivo contra la ocupación nazi en Francia. Por su parte, Visconti, a pesar de su origen aristocrático, se enrola en las filas del comunismo. Su ópera prima, “Ossessione” (1942), fue duramente perseguida por el régimen fascista italiano.
Lucchino Visconti será siempre recordado como uno de los precursores del neorrealismo italiano, realizador empedernido en la estética de sus realizaciones y un apasionado de la música. En 1954 debutó como director de ópera con “La Vestale” de Gaspare Spontini, en el Teatro de La Scala de Milán. La soprano María Callas fue la figura principal de la obra.
Un fulminante ataque cardiaco apagó su vida, el 17 de marzo de 1976.
(Iván Gonzales Geldres)
Foto: AP