Los trastornos del sueño son afecciones que provocan cambios en la forma de dormir. Es decir, un niño puede estar durmiendo y en la madrugada se levanta, sin ningún estímulo o ruido y ya no puede volver a dormir o el niño está dando vueltas en la cama y no puede conciliar el sueño.
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Así lo explica el neurólogo Levi Flores, del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, en una entrevista para el grupo El Comercio, donde añadió que el sueño es un hábito, por eso a los niños se les debe crear un ambiente relajado, sin ruido y con luz tenue para que puedan dormir caso contrario tendrán dificultades.
“Para poder dormir, los niños y los adultos producimos una hormona que se llama melatonina, que se produce en el hipotálamo. Esta hormona es generada cada vez que la luz natural empieza disminuir. Cuando el ojo humano detecta que la luz natural disminuye, la melatonina empieza a producirse. Dos horas antes de empezar a dormir se produce la mayor cantidad de melatonina. Pero se ha descubierto que esta producción de melatonina se ve interrumpida cuando haces uso excesivo de aparatos electrónicos en la noche, lo que trae como resultado que los niños tengan problemas para comenzar a dormir”, señala el especialista.
Trastornos en los niños
- El insomnio: Es la dificultad de conciliar el sueño o de permanecer dormido durante toda la noche.
- Apnea del sueño: Es raro que se presente en los niños, pero se da porque los pequeños tienen problemas de adenoides, es una membrana que cubre la parte respiratoria alta como la nariz, amígdalas, esa parte se inflama y el niño tiene problemas para respirar y se produce apnea del sueño.
- Síndrome de piernas inquietas: Es un trastorno del moviendo en el sueño, el niño se mueve y puede conllevar a una situación incómoda para comenzar a dormir.
- Narcolepsia: Está más alejada a los niños, pero es una afección caracterizada por somnolencia extrema durante el día y se queda dormido durante la mañana.
¿Cómo ayudamos a dormir a los niños?
El neurólogo Levi Flores nos recomienda:
- Antes de dormir: Saca al niño a dar un paseo o que haga alguna actividad que implique gasto de energía. Una vez realizada la actividad, que tome una cena ligera, no es recomendable comer demasiado, sobre todo no consumir grasas en las noches, no ayudará a su buena digestión.
- Durante el proceso del sueño: Crea un ambiente relajado donde no haya mucho ruido, toda la familia tiene que colaborar. Coloca una luz tenue que ayude a conciliar el sueño. Realiza alguna actividad de relajación para estimular el sueño del niño y evita los aparatos electrónicos porque emanan luz azul que interrumpe el sueño.
¿Qué pasa si el niño no duerme?
- El niño se torna irritable.
- Tendrá dificultades de concentración y memoria.
- Tiende a ser más imperativo.
- Su salud general se ve comprometida.
Levi Flores recordó que los cuatro primeros años de vida el niño debe dormir entre 10 a 12 horas. Cuando el niño está en etapa escolar, de 6 años para arriba, se recomienda que duerman entre 8 a 9 horas.