La doctora Johanna Acosta, endocrinóloga pediatra, resalta la importancia de que los padres de familia puedan seguir de cerca el crecimiento de sus hijos e hijas para detectar alertas que permitan lograr un diagnóstico oportuno.
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Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2020, realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, en Perú, el 13.0% de niños menores de 3 años, tiene talla baja para su edad. Por ello, es importante detectar a tiempo para que el paciente reciba la suplementación de la hormona de crecimiento recombinante humana y se obtenga una respuesta favorable.
¿Qué es el déficit de la hormona de crecimiento?
La Dra. Acosta explica que, el déficit de la hormona de crecimiento es una patología poco frecuente, que representa menos del 5%, en pacientes que presentan baja talla, “cuando los valores de la hormona de crecimiento humana son bajos, esto se ve reflejado en una velocidad de crecimiento no acorde a la edad y al momento del desarrollo de cada niño”.
Según la organización Standford Childrens, el crecimiento depende de factores genéticos, hormonales y ambientales. La deficiencia de la hormona del crecimiento (GH, por sus siglas en inglés) tiene lugar cuando la glándula pituitaria no genera suficiente hormona del crecimiento. La GH es necesaria para estimular el crecimiento de los huesos y otros tejidos.
¿Qué lo causa?
La especialista endocrinóloga señala además que las causas de baja talla son muchas, por ello es importante descartar todas desde el inicio como son la anemia, la insuficiencia renal, la insuficiencia hepática, el acidosis tubular renal, la enfermedad celiaca, etc.
Mientras que, en el caso del déficit de la hormona de crecimiento (5% de los pacientes con talla baja), la mayoría de los casos son de causa congénita, que se manifiestan en diferentes momentos de la vida y que pueden también estar relacionadas a la aparición de tumores hipofisarios o pacientes secuelares oncológicos que han recibido radioterapia. En algunos casos puede presentarse como secuelas de trauma craneoencefálico con fracturas en la base de cráneo, explica Acosta.
La principal causa es que el cuerpo no fabrica la suficiente hormona de crecimiento como para que un niño pueda crecer a un ritmo normal. La incidencia de talla baja asociada al déficit de hormona de crecimiento es de aproximadamente 1: 4000 a 1: 10000 niños.
Síntomas que le ayudarán a reconocerlo
En el control del niño sano que debe realizarse cada año, puede detectarse una disminución de la velocidad de crecimiento. Por eso, la Dra. Acosta afirma que es importante llevar un control regular con su pediatra de cabecera quien se encargará de derivar al subespecialista como lo es el endocrinólogo pediatra.
A continuación algunos indicadores:
- Crecimiento lento.
- Aspecto aniñado.
- Constitución física gordita.
- Pubertad atrasada.
Según el Dr. Shokery Awadalla, endocrinólogo pediatra, entrevistado en Listos para Crecer, un niño que crece bien, es un niño sano. “A los 4 años un niño debe duplicar el tamaño con el que nació, es decir en promedio debería medir un metro. Cuando un niño crece lento y empieza a bajar en su curva de crecimiento es un signo de alarma que debe ser estudiado por un especialista”.
Otro aspecto importante que resalta la Dra. Acosta es que a los padres les preocupa los estándares de talla solicitados en los pacientes que realizan prácticas deportivas profesionales. “Esto genera en los padres y en los pacientes mucha ansiedad ya que no se considera en ocasiones los talentos de los niños, sino solamente la talla a la que llegan”, concluye.
DATO
Pfizer ha creado la iniciativa “Listos para crecer”, una serie de 11 podcast con una duración de 20 minutos donde varios especialistas abordan el buen desarrollo, crecimiento y formación de los niños y niñas, entregando información valiosa para la familia.