La Copa América de 1953 tuvo una serie de particularidades. Se debió jugar en Paraguay, pero la precaria infraestructura del país guaraní hizo que se cambie la sede al Perú. El gobierno de Manuel Odría aprovechó este torneo para lucir una de sus más importantes construcciones: el remodelado Estadio Nacional de Lima, cuyo modelo se mantuvo hasta 2009. Estratégicamente, se eligió a Bolivia como rival en el debut histórico de la selección peruana en su césped, perdiendo, para variar, de manera sorpresiva.
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Nunca quedó claro si el único tanto fue del histórico futbolista boliviano Agustín Ugarte o el peruano ‘Joe’ Calderón en propia meta aquel 22 de febrero. Seis días después, Perú sufrió para superar 1-0 a Ecuador, pero el 4 de marzo empató sin goles ante Chile. Era la primera vez que ‘La Roja’ no perdía en Lima. A falta de tres partidos, la situación de la bicolor era crítica y en crisis.
Paraguay sería el siguiente rival de Perú, el domingo 8 de marzo. Con sede única en el Estadio Nacional de Lima, siete selecciones sudamericanas jugaban entre si, con el líder de la tabla al final del torneo proclamándose campeón. Perú necesitaba un triunfo urgente para seguir con aspiraciones de ganar el título de local, encima, en recinto nuevo. Las pequeña tribunas de madera habían dejado su lugar a grandes e imponentes obras de cemento.
- EL PARTIDO -
El irlandés William Cook, cuestionado por los resultados y quien no dominaba aún el idioma español, decidió hacer tres cambios en el once titular, todos en la delantera, a comparación a la igualdad con Chile. Ya había hecho el mismo número de sustituciones entre la derrota con Bolivia y el triunfo ante Ecuador. La más importante fue el debut del ‘Toto’ Terry en el torneo.
Perú salió al campo con Rafael Asca en el arco; José Allen y Guillermo Delgado como defensores; Ernesto Villamares, Cornelio Heredia y Luis Calderón en la volante y Luis Navarrete, Roberto Drago, Alberto Terry, Guillermo Barbadillo y Óscar Gómez Sánchez en la línea de cinco delanteros. El partido estaba programado para las 9 y 40 de la noche, con arbitraje del inglés Richard Maddison, personaje que será clave en esta historia.
El Comercio contó que en la salida de los futbolistas peruanos fueron “recibidos con grandes aplausos y una intensa quema de cohetecillos”. Ni bien arrancó el partido, Paraguay casi anota por intermedio de Antonio Gómez. A los siete minutos, el Alberto Terry choca con Robustiano Macel en un balón aéreo. La cabeza del atacante peruano comenzó a sangrar y tuvo que ser vendado para seguir jugando.
Es justo el ‘Toto’ marcaría el primer gol, a los 21 minutos, tras un buen cambio de lado entre ‘Tito’ Drago y Luis Navarrete. Seis minutos más tarde, Barbadillo le hace una falta al arquero Carlos Riquelme, quien salió del campo por Rubén Noceda a los 32′, en el primer cambio de Paraguay. Una indecisión defensiva acabó en el empate de Rubén Fernández, al filo del medio tiempo.
Ya en la segunda parte, el público comienza a silbar a nuestros futbolistas por su actuación, en especial de los delanteros. A los 65′, Atilio López sale por Silvio Parodi, en el segundo cambio de Paraguay. Los ataques en ambos lados no causaban peligro. A falta de quince minutos, Ireneo Hermosilla deja el campo por Melanio Olmedio, en el tercer cambio de Paraguay.
En ese momento, Bassa recibe una falta y Ernesto Villamares pone adelante a Perú con un golazo de tiro libre. Faltaba poco para acabar el partido y este triunfo momentáneo era más que importante, pero empezaría una serie de eventos inesperados y hasta increíbles en un partido de fútbol. Como ya anunciamos, la Copa América de 1953 pasó por sucesos pocas veces vistos.
- LO INCREÍBLE -
Al minuto 82, ‘Joe’ Calderón recibe una fuerte falta, que acaba en una fuerte discusión entre los paraguayos y el árbitro Maddison. Milner Ayala salta de la banca de suplentes y patea al inglés. De manera inmediata, la policía lo captura, en medio de una pelea de los futbolistas. Con todos estos incidentes, el colegiado da por suspendido el partido. “El capitán del cuadro paraguayo me dijo que su cuadro se retiraba y por lo tanto, he dado por terminado el match”, le dijo a El Comercio.
El público no se movía de las tribunas. La delegación paraguaya tampoco. Encabezados por el doctor Capurro, luchaban para que se jueguen los ocho minutos restantes. Tras casi media hora, consiguieron su objetivo. La demora se dio porque los futbolistas peruanos ya estaban hasta bañados y cambiados, y tuvieron que volver a la cancha.
“Cuando el referee dio por terminado el partido, los jugadores peruanos llegaron al camerín y la mayor parte estaban tomando baño y otros ingiriendo bebidas gaseosas, de manera que técnicamente el equipo estaba frío y no era posible terminar el match”, reveló Guillermo Delgado, capitán peruano, a El Comercio. El defensor, como casi todo el plantel, responsabilizó al dirigente Ricardo Valdivia, quien de mala forma obligó su regreso al campo.
En su informe arbitral, Maddison reveló que había sido empujado por dos jugadores de Paraguay (”suplentes número ‘2′ y ’11′”) y el entrenador Manuel Fleitas Solich. El capitán le dijo que no jugarían más, contándole eso a Guillermo Delgado. Cuando ya se iba, un delegado guaraní le dijo que pediría a su equipo continuar. Así, le pidió a Valdivia que se respete esa decisión.
Ángel Berni empató el marcador a los 86 minutos de la convulsionada reanudación. El partido quedó 2-2. Con cuatro puntos de ocho jugados (se daban dos por triunfo en esa época) y cuatro por jugar, las aspiraciones peruana eran pocas. Previo al reinicio, Alejandro Arce dejó su lugar por Robustiano Maciel, en el cuarto cambio de Paraguay. (Nota de Redacción: en su informe el árbitro comentó que fue sin su autorización)
- EL RECLAMO -
Esta última sustitución de la albirroja no pasó desapercibida en Perú. El reglamento (Artículo 47, inciso ‘e’) era claro en que solo debían hacerse un máximo de tres cambios y presentaron un reclamo al Tribunal de Penas del Congreso de Fútbol. Convocaron a una sesión reservada, en donde asistieron seis de siete delgados (faltó el de Ecuador), que duró desde las 5:30 de la tarde hasta las 11 de la noche.
El pedido peruano era inobjetable, contando con el apoyo de Brasil, Bolivia y Chile, decisivo en este caso. La defensa paraguaya fue que un cambio había sido entre arqueros que “no debía contarse”. La votación fue de cuatro contra uno, Uruguay se abstuvo de hacerlo. Así, nuestra selección ganaba por primera vez un partido ‘en mesa’, como sucedería ante Bolivia en 2016.
Días más tarde, el 28, Richard Maddison sería protagonista de otro triunfo en los escritorios. Chile y Bolivia empataban a dos goles, cuando el británico expulsó al altiplánico Víctor Brown. Se opuso al salir del campo, sus compañeros lo apoyaron en señal de protesta, generando el reclamo de los sureños por abandono del partido. El Tribunal les dio la razón.
Por otro lado, Ricardo Valdivia presentó su renuncia por lo que se decía de él, aún así, estimaba “haber asumido una actitud que se ajusta perfectamente a la que corresponde por los sucesos”. Esta no fue aceptada. Finalmente, Paraguay se quedaría con el título de la Copa América 1953, el primero de su historia, tras un insólito partido extra contra Brasil.
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