Este fin de semana comienza en Texas la recta final del campeonato, con seis jornadas que no solo decidirán al campeón, sino que también determinarán quién será el acompañante de Max Verstappen en 2025.
Este fin de semana comienza en Texas la recta final del campeonato, con seis jornadas que no solo decidirán al campeón, sino que también determinarán quién será el acompañante de Max Verstappen en 2025.
/ PATRICK T. FALLON
Daniel San Román

Red Bull ha demostrado en las últimas semanas que no tiene inconveniente en tomar decisiones drásticas con sus pilotos, y el caso de Daniel Ricciardo es un claro ejemplo. El australiano, quien en su momento llegó como el posible reemplazo de Checo Pérez, no soportó la presión y terminó saliendo de manera anticipada en una temporada que aún no ha concluido. Su regreso a Red Bull rompió una norma no escrita en la escudería: hasta su retorno, ningún piloto que se había ido había vuelto al equipo. Sin embargo, su carisma y popularidad no bastaron para cumplir con las expectativas. En 2023, solo sumó puntos en una de las siete carreras que disputó, y aunque este año mejoró ligeramente, solo consiguió puntuar en tres de las 18 fechas. La comparación con su compañero de equipo, Yuki Tsunoda, fue devastadora: en calificación, Ricciardo perdió 9 a 17; en carrera, 11 a 14, y en puntos, 13 a 31. A pesar de la menor experiencia del japonés, quedó claro que Ricciardo no estaba a la altura de la competencia. No estaba para debate.

La salida de Adrian Newey ha sido un golpe duro para Red Bull, que hasta ahora no ha logrado ocultar las consecuencias. Newey no solo era fundamental en el desarrollo de los monoplazas, sino que también era una de las voces más influyentes dentro del equipo. Su partida fue el resultado de tensiones internas entre Helmut Marko y Jos Verstappen (padre de Max) por un lado, y Christian Horner, el director del equipo, por el otro. Según Marko, la muerte de Dietrich Mateschitz, fundador de Red Bull, desencadenó los problemas. “Mateschitz era un líder autocrático, tomaba decisiones rápidas y tenía una visión clara, además de estar dispuesto a asumir riesgos”, comentó Marko en una entrevista, explicando que, con su fallecimiento, Oliver Mintzlaff asumió el mando, pero no ha estado a la altura. La lucha de poder entre Marko y Horner, que bajo el liderazgo autoritario de Mateschitz se mantenía bajo control, ha escalado desde entonces. “Hoy estamos reorganizando todo el equipo porque no podemos reemplazar a una personalidad como Mateschitz con una sola persona”, agregó Marko en declaraciones a ORF de Austria.

Mientras Red Bull lidia con estos problemas, McLaren ha elevado su nivel de competencia y se ha convertido en una amenaza real. Los podios del equipo papaya parecen haber sido la chispa que encendió aún más las tensiones en Red Bull. “Todos estos enfrentamientos no han servido de nada, pero internamente decidimos que debemos unir fuerzas y trabajar juntos para ganar este campeonato mundial. Si no le damos a Max Verstappen un auto competitivo, tarde o temprano buscará otro equipo que le permita seguir disfrutando. Max siempre estará donde le ofrezcan el mejor paquete”, confesó Marko, mostrando la urgencia de la situación.

Con seis carreras restantes, Red Bull ha vuelto a sentir la presión, algo que no experimentaba desde hace mucho tiempo. McLaren les ha arrebatado el liderato en el Campeonato de Constructores, y Verstappen sabe que no puede permitirse errores si quiere conservar su posición como líder del campeonato. Para complicar aún más el panorama, el 2025 no se presenta como un año fácil. “Ferrari será muy fuerte con Hamilton y Leclerc, y McLaren tiene una alineación sólida con Norris y Piastri. Tenemos que asegurarnos de que la brecha entre ellos y nosotros no sea demasiado grande”, admitió Christian Horner. Estas declaraciones también ponen en duda la continuidad de Checo Pérez en Red Bull. Si el mexicano no mejora su rendimiento, podría ser relegado al equipo satélite en 2025, mientras Yuki Tsunoda o Liam Lawson tendrían la oportunidad de acompañar a Verstappen. Las próximas tres fechas serán decisivas para estos tres pilotos, en la lucha por ocupar uno de los asientos más codiciados de la parrilla: el de compañero de equipo del hombre récord. Así Red Bull, en estas seis carreras, no solamente se juega el honor de la temporada si no el futuro de su dinastía.

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