Zinedine Zidane rompió su silencio después de renunciar al cargo de entrenador de Real Madrid. Este lunes, el diario AS difundió una carta del entrenador dirigida a los fanáticos del club. En la misiva, el técnico explicó las razones que apuraron su marcha de la ‘Casa blanca’ en una temporada que les dejó en semifinales de Champions League y peleando hasta la última jornada por el título de LaLiga Santander.
“He decidido marcharme y quiero explicar bien las razones. Me voy, pero no me tiro del barco y no estoy cansado de entrenar. En mayo del 2018 me fui porque después de dos años y medio con tantas victorias y tantos trofeos sentía que el equipo necesitaba un nuevo discurso para mantenerse en lo más alto. Hoy las cosas son diferentes. Me voy porque siento que el club ya no me da la confianza que necesito, no me ofrece el apoyo para construir algo a medio o largo plazo”, desveló.
“Conozco el fútbol y la exigencia de un club como el Madrid, sé que cuando no ganas te tienes que ir. Pero aquí se ha olvidado una cosa muy importante, todo lo que he construido en el día a día, lo que he aportado en la relación con los jugadores, con las 150 personas que trabajan con y alrededor del equipo. Soy un ganador nato y estaba para conquistar trofeos, pero más allá de esto están los seres humanos, las emociones, la vida y tengo la sensación de que estas cosas no han sido valoradas, de que no se ha entendido que así también se mantiene la dinámica de un gran club. Incluso, de cierta forma, se me ha reprochado”, añadió.
Zidane apuntó a la falta de memoria al hablar de las personas con más poder en el club y lamentó que, desde que en enero el equipo comenzó a perder títulos hasta firmar un año en blanco, no haber sentido de cerca la confianza que necesitaba en los momentos duros. “Quiero que se respete lo que hemos hecho entre todos. Me hubiera gustado que en los últimos meses mi relación con el club y con el presidente hubiera sido un poquito diferente a la de otros entrenadores. No pedía privilegios, por supuesto que no, sino un poco más de memoria”, manifestó.
Para Zidane tal y como está montado el fútbol actual “la vida de un técnico en el banquillo de un gran club es de dos temporadas, no mucho más”. Para que ello ocurra apunta que “las relaciones humanas son esenciales” y “son más importantes que el dinero y la fama”.
Y apuntó directamente a la filtración de nombres de entrenadores a los medios de comunicación desde el club. “Por eso me dolía muchísimo cuando leía en la prensa, después de una derrota, que me iban a echar si no ganaba el siguiente partido. Me dolía a mí y a todo el equipo porque estos mensajes filtrados intencionalmente a los medios de comunicación creaban interferencias negativas con la plantilla, creaban dudas y malentendidos”.
En esos momentos fue cuando el vestuario se unió y se marcha agradecido a sus futbolistas. “Menos mal que tenía a unos chicos maravillosos que estaban a muerte conmigo. Cuando la cosa se ponía fea me salvaban con grandiosas victorias porque creían en mí y sabían que creía en ellos”.
“No soy el mejor entrenador del mundo, pero soy capaz de dar la fuerza y la confianza que necesita cada uno en su trabajo, sea jugador, miembro del cuerpo técnico o cualquier empleado. Sé perfectamente lo que necesita un equipo. A lo largo de estos veinte años en el Madrid he aprendido que ustedes, los aficionados, quieren ganar, claro que sí, pero que ante todo quieren que lo demos todo. Y puedo asegurar que hemos dado el 100% de nosotros mismos por el club”.