Veintisiete años después del día en que el brasileño Roberto Carlos desafió las leyes de la física con un soberbio tiro libre que, según estiman los científicos, movió la pelota de tal forma que alcanzó velocidades superiores a 105 km/h, un efecto que viboreaba, el ingeniero peruano Alfredo Zubiate está sentado aquí, en un ambiente acondicionado para fanáticos del Real Madrid, sin saber que en dos horas va a celebrar doble: por un lado, el título 15 de la Champions League de su equipo, el club que aprendió a querer cuando genios como Roberto Carlos, Zidane, Ronaldo o Figo defendían la camiseta merengue, y por el otro, el premio grande la lotería: