Las estadísticas no mienten. Reflejan lo que pasó en el Monumental de Santiago. Fue un monólogo de Colo Colo, el local. Por insistencia y porque -se supone- fue el plan de Alejandro Restrepo. El Cacique tuvo un 74% de posesión, casi triplicó en pases (677 sobre 249) a un cuadro aliancista que se dedicó a defender y remató 20 veces (aunque solo cuatro al arco). Pero los íntimos se regresan con un punto de oro de Chile. Un 0-0 que les da vida en la Copa Libertadores, pese a jugar “feo”.