Barrio, fervor y fútbol: ¿Cómo se explica el parentesco popular entre Alianza y Boca, dos rivales forjados con carácter e identidad de lucha?

El barrio y la identidad popular

Tanto Boca Juniors como Alianza Lima nacieron en barrios populares y han mantenido una estrecha relación con sus comunidades de origen. Boca Juniors fue fundado en 1905 en el barrio de La Boca, una zona portuaria de Buenos Aires habitada principalmente por inmigrantes italianos.

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Fernanda Huapaya nos da una mirada cercana y auténtica sobre Alianza Lima, cada martes.

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Por su parte, Alianza Lima se originó en 1901 en el barrio de La Victoria, en Lima, caracterizado por su diversidad cultural y espíritu trabajador. Esta conexión con sus barrios ha forjado una identidad única en ambos clubes, reflejando el carácter luchador y resiliente de sus aficionados.

El sociólogo argentino Artemio López profundiza un poco más esta comparación entre Boca Juniors y Alianza Lima. “Son comparables en tanto Alianza Lima como Boca Juniors son equipos muy populares en sus respectivos países y más allá. Alianza Lima es uno de los clubes más grandes y queridos de Perú, con una hinchada apasionada conocida como los “Blanquiazules”. Fundado en 1901, tiene una rica historia y es considerado un símbolo del fútbol peruano, con múltiples títulos nacionales y una base de seguidores fieles, especialmente en Lima”, comenta.

“Boca Juniors, por su parte, es un gigante del fútbol argentino y sudamericano. Conocido por su fervorosa hinchada, “La 12”, y su icónico estadio, La Bombonera, Boca es uno de los clubes más exitosos de Argentina, con numerosos títulos de liga y copas internacionales, incluyendo varias Copas Libertadores. Su popularidad trasciende fronteras, siendo reconocido a nivel mundial. Ambos equipos tienen en común esa pasión desbordante de sus aficionados y una rivalidad histórica con otros grandes clubes (Alianza con Universitario, Boca con River Plate), lo que los convierte en verdaderos íconos populares del fútbol de cada país”, sentencia el sociólogo.

Por su parte, el sociólogo y periodista peruano Carlos Bejarano nos amplia un poco más la similitud entre ambas instituciones deportivas. “Yo la primera vez que fui a La Boca, me sorprendí porque vi muchas cosas parecidas a La Victoria y también a lo que pasaba en El Callao, esa es la primera similitud. Tanto Boca, Alianza Lima, Sport Boys y en menor medida Sporting Cristal forman parte de un pueblo. El pueblo de La Boca, pueblo de La Victoria, el pueblo de Callao y cuando tú caminas por las calles, sientes el color del equipo y hasta te diría el olor, porque en el aire hay algo que [te dice] que estás en Boca, Alianza o Sport Boys”, explica.

“Otra cosa de lo que se habla mucho es que en ambos casos, tanto de Alianza Lima como Boca Juniors, es que son el refugio de minorías que encuentran en el equipo una forma de identificarse con el país. En el caso de Boca se le dice xeneize por el dialecto genovés, ya que son genoveses los que fundan Boca Juniors y ellos, que se sentían extraños en el país, se sintieron parte del país a partir de su relación con Boca. Pasa lo mismo con Alianza, acuérdate que en 1901 en plena República Aristocrática, de ideas racistas y que trataban de explicar por qué habíamos perdido la guerra con Chile y la respuesta era porque teníamos indios y negros. Esos negros que eran despreciados en la sociedad peruana encontraron en Alianza una manera de sentirse orgullosos. Ellos integraron al país a partir del fútbol y su relación Alianza Lima. Alianza era para los negros sentirse importante en un país donde no lo sentían importantes”, advierte.

“En su origen Alianza, acuérdate que el clásico argentino y peruano enfrenta dos tipos de vida distinto. En el caso de Boca, ”los cabecita negra”, como llaman allá a la gente del pueblo frente a los “millonarios” de River Plate. Acá también lo mismo, es decir, el equipo Universitario que se funda en las aulas universitarias, sin pasar por la liga de origen, sino va de frente a la liga profesional, porque se habían dado cuenta que el fútbol iba a ser masivo, por los mundiales, olimpiadas y Perú tenía que ser representado no solo por negritos, eso estaba mal, para quienes representaban el país en ese momento y fundaron la ‘U’. Y Alianza tenía esa extracción popular como el caso de Boca”, afirma Bejarano.

“Hoy en día eso ha cambiado, tú lo sabes, yo mañana voy al estadio con mi hijo y tengo que invertir, voy a Occidente y ya no es un tema de club popular, tú sabes que Alianza hay años en lo que ha invertido más, ya que ha sido el equipo millonario hasta hace poco y sigue invirtiendo bastante, pero en la estructura del pensamiento de la gente sigue existiendo ese antagonismo entre los que tienen y no tienen. Eso pasa con Alianza Lima y Boca Juniors que son los equipos del pueblo, por lo menos en sus inicios frente a los equipos de la élite”, sentencia.

Pasión incondicional

Las hinchadas de Boca Juniors y Alianza Lima son reconocidas por su apoyo y pasión desbordante. La “Doce”, como se conoce a la barra brava de Boca, y el “Comando Sur”, principal barra de Alianza, llenan los estadios con cánticos, banderas y un aliento constante que transforma cada partido en una fiesta.

Esta devoción trasciende las fronteras y se manifiesta en una lealtad que se transmite de generación en generación, consolidando una cultura futbolística arraigada en la identidad de sus pueblos.

Ambos clubes han enfrentado desafíos a lo largo de su historia, convirtiéndose en símbolos de resistencia y superación. Boca Juniors ha sabido sobreponerse a crisis deportivas y económicas, manteniéndose como uno de los equipos más laureados de Argentina y Sudamérica.

Alianza Lima, por su parte, ha enfrentado tragedias como el fatídico accidente aéreo de 1987, en el que perdió a gran parte de su plantel, resurgiendo con fuerza y determinación en honor a su legado.

Duelo decisivo

El enfrentamiento del 25 de febrero no solo definirá quién avanza en la Copa Libertadores, sino que también será un homenaje a la rica historia y cultura popular que ambos clubes representan. La Bombonera vibrará con el eco de dos aficiones que, aunque separadas por kilómetros, comparten una pasión y una identidad que las hermanan en el vasto mundo del fútbol.

Este partido promete ser más que un simple duelo deportivo; será la celebración de dos instituciones que encarnan el espíritu de sus comunidades y la esencia misma del fútbol sudamericano.