Paolo Guerrero en su último entrenamiento con el Inter antes de venir a Lima. (Foto: Inter de Porto Alegre).
Paolo Guerrero en su último entrenamiento con el Inter antes de venir a Lima. (Foto: Inter de Porto Alegre).
Pedro Canelo

A sus 35 años, Paolo Guerrero por primera vez cruzó las puertas del aeropuerto Jorge Chávez con un buzo oficial de un club deportivo. Desde que se fue a Alemania en el 2002 –para incorporarse a la filial del Bayern Múnich– hasta sus últimos retornos a Lima, siempre vistió ropa casual. El único escudo que llevó en el pecho en cada salida y entrada al Perú fue el de la selección nacional. Paolo Guerrero está de regreso, ya no para reclamar justicia ni para citarse con abogados. Vuelve en su feliz condición de hombre libre, con las ilusiones intactas y el olfato goleador aún lejos de alguna fecha de vencimiento. Vuelve con un buzo de club brasileño. Vuelve, como para no perder la costumbre, vestido de blanquirrojo.

Hay historias que, al estar teñidas de tanta épica, tienen el favor del destino para repetirse. Paolo Guerrero no solo entrenará hoy con el Inter de Porto Alegre, equipo que usa los colores de Perú, sino que el escenario de su preparación para el partido de mañana, ante Alianza Lima, será la Videna de San Luis. Después de casi 20 meses, el ‘Depredador’ pisará el recinto de la Federación Peruana de Fútbol con atuendo deportivo para entrenar. Ya no se reunirá con dirigentes para ejercer su derecho de defensa. Ahora su único diálogo será con el balón. Había esperado tanto para esto. Nosotros también.

Esta visita del Inter de Porto Alegre a Lima, con Paolo como su atacante estelar para enfrentar a Alianza por la Copa Libertadores, viene cargada de varias peculiaridades en su equipaje de mano. Será la primera vez que Guerrero dispute un partido oficial de clubes en el Perú. No olvidemos que se fue del Perú sin haber debutado con los íntimos y después inició su carrera como profesional en Alemania. Aquí solo ha disputado encuentros con la selección peruana y cuando se puso la blanquiazul fue solo para eventos benéficos. Además, el ‘9’ nacional volverá a hacer trabajos en la Videna desde su penosa sanción FIFA por dopaje. Y para cerrar esta cadena de sucesos inéditos, el ‘Depredador’ nunca antes había sido el rival de un equipo peruano en alguna competencia internacional. De todas maneras, en Alianza Lima preparan un homenaje para el hijo pródigo. “Pienso a volver a La Victoria para disputar alguna Copa Libertadores”, nos respondió en Sao Paulo hace siete años. Su regreso, solo por esta vez, será a medias. Una visita de paso, un guiño a lo que podrá ocurrir en el futuro. El retorno total será todavía en algunos años más. Para ese día, Paolo solo comprará el boleto de ida. De todas maneras pasará.

Más allá del juego entre Inter y Alianza, lo que viviremos desde hoy será el inicio de una prolongada discusión sobre las razones para hacer inevitable el reencuentro entre Guerrero y la selección peruana. A Paolo no le faltan argumentos para hacerse lugar en la convocatoria de la Copa América 2019. Ya ha jugado 325 minutos con el cuadro gaucho, ha anotado tres goles y en menos de un mes desbarató cualquier duda sobre su estado físico después de nueve meses sin actividad futbolística pos-Mundial. Además, los últimos seis amistosos de Perú después de Rusia 2018 nos permiten concluir que el vacío dejado por el ‘Depredador’ todavía no ha sido cubierto. Con 35 años, sigue siendo un bien necesario.

Lo hemos seguido en estas últimas tres semanas, desde su regreso a las canchas con el Inter. Hemos celebrado sus tres anotaciones frente a Caxias y Palestino, hemos sentido tranquilidad con el capitán goleador de vuelta. Sin embargo, este regocijo ha tenido los límites de la distancia. Las sensaciones cambiarán cuando Paolo Guerrero salte mañana al campo del Estadio Nacional, el hábitat natural de sus días más felices. Desde cerca todo siempre se puede ver mejor. En la Videna, por la calle José Díaz, Guerrero volverá a llenarse de Perú. Ese exceso siempre lo vamos a saludar.

Contenido sugerido

Contenido GEC