El único que ganó en esta Copa América fue Christian Cueva. Después de él, la selección peruana lo perdió todo (en números y en imagen). Y si bien Jorge Fossati logró consolidar una línea defensiva (con Zambrano, Araujo y Callens), la misma también quedó en duda ante un rival como Argentina, que con un equipo de segundo mando, sin Messi ni sus mejores figuras, supo dejar expuesto el rigor defensivo del que tanto nos enorgullecimos en los dos primeros partidos.
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¿Qué conclusiones nos quedan? Por lo pronto, que el entrenador Jorge Fossati no pudo encontrar respuestas al grave problema en ofensiva, y apenas supo lidiar con el propósito defensivo. Un resumen de lo poco que nos dejó este torneo es que Perú terminó con ‘Aladino’ en cancha y jugadores como Quispe y Grimaldo, el futuro, mirando el partido desde la banca.
Podemos ver el vaso medio lleno y resaltar que ante Argentina, el uruguayo planteó un partido interesante. Con mucho temperamento y niveles altos de inteligente agresividad, Perú puso incómodo a una Albiceleste que le costaba encontrar tiempo para hilvanar jugadas de peligro.
- El ataque de Perú ante Argentina
Jugador | Toques | Remates al arco | Minutos jugados |
---|---|---|---|
Paolo Guerrero | 10 | 0 | 56′ |
Gianluca Lapadula | 7 | 0 | 34′ |
Bryan Reyna | 17 | 0 | 63′ |
Edison Flores | 10 | 0 | 56′ |
José Rivera | 10 | 0 | 34′ |
Para mala suerte, ellos tenían a Ángel Di María, un veterano de mil batallas que supo encontrar las grietas de un Perú corajudo, pero que sigue sin saber qué hacer con la pelota. Ahí Fossati pecó al optar por Aldo Corzo, un jugador de 35 años con una entrega consistente, pero incapaz de alcanzar el rigor máximo en su primer partido en 30 días y para mala suerte, teniendo que padecer al enorme nivel de un tal Lautaro Martínez.
Entonces el estrés de recuperar la pelota con insistencia para perderla de inmediato, comenzó a hacer mella en la Blanquirroja, que pese a todo, resistió el cero en la primera parte. Fue en la segunda etapa que todo se puso cuesta arriba. Asistencia de Di María y gol de Lautaro. Luego el mismo Lautaro fallaría un penal, pero a cuatro minutos del final lograría el 2-0.
Gallese y un bloque en apuros
Pedro Gallese mantiene su solvencia por años y ante Argentina tuvo al menos dos grandes atajadas que en cualquier otra situación similar debieron ser gol. El arquero de 34 años, sin embargo, no es suficiente para sacar resultados. Perú se mostró compacto en la primera mitad, hasta que Argentina, a través de Di María, encontró el camino y doblegó la resistencia a través de Lautaro Martínez.
Es entonces que la vehemencia para defender ya no alcanza. Por si el esfuerzo defensivo no encuentra una contraparte de igual nivel en la zona ofensiva. Perú no puede hacer más que defender y eso es un gran problema. En esa línea de tres, el que empezó a padecer con el pasar de los minutos fue Aldo Corzo, superado en el uno contra uno ante Lautaro y complicado ante un Argentina que entendió que el primer toque era la salida para hacer frente a un Perú muy violento.
Perú se fue desdibujando con la salida de Wilmer Cartagena, en jaque por la amarilla producto de su exceso de vehemencia. ‘Wil’ hizo un buen partido, pero se vio superado pronto por el vértigo y la velocidad para asociarse de la Albiceleste. Con el ingreso de Jesús Castillo, la Blanquirroja se resintió aún más para recuperar la pelota. Ya todo era jugar a defenderse y cuando la tenía, era muy poca la paciencia y la habilidad que teníamos para dosificar y encontrar argumentos en ataque.
Variantes y dudas
Bryan Reyna fue revulsivo, pero le costó mucho finalizar una jugada con éxito. Su habilidad y la chispa para generar peligro se fueron reduciendo con el pasar de los minutos. Más solvente y sabiéndose superior, Argentina fue paciente para encontrar el camino y desesperar a Perú. Edison Flores, largamente superado en la marca, tampoco pudo hacer mucho.
El ingreso de Zanelatto fue un respiro. Intentó y arriesgó, aunque poco sólido también para concluir con acierto. Perú no solamente no sabe qué hacer con pelota, tampoco parece ser ya que su prioridad sean las sociedades. El pelotazo y la búsqueda de un juego más aéreo, termina jugando en contra al estilo que por siete años nos había permitido marcar la diferencia.
Oliver Sonne, titular por accidente, debido a una inesperada lesión de Andy Polo a minutos del partidos, tampoco deja buenas sensaciones. A Sonne les costó mucho la banda, pese al buen nivel físico que mostró. Se le notó nervioso y muy riguroso en su función, sin espacio para crear una jugada individual o sorprender con algo distinto. Ser titular así le costó. Eso sí, deja claro que puede seguir siendo tomado en cuenta y convertirse en una variante que, con minutos, tal vez asuma mayor protagonismo.
Problemas no resueltos
Gianluca Lapadula nunca fue la solución a Paolo Guerrero, ni Christian Cueva -muy lejos de su nivel- revolucionó más que Flores o Quispe. Al menos esta vez, el DT apostó por el ‘Tunche’ y Zanelatto, quien al final tuvo un remate de cabeza al palo. Una deuda tal vez fue usar tan poco a Joao Grimaldo, uno de los pocos jugadores con condiciones para cambiar el ritmo de juego.
Ante Argentina fue el último partido oficial de Perú antes de la fecha doble de setiembre por Eliminatorias ante Ecuador y Colombia. Con un estilo sin ser afianzado, solo queda a esperar que las individualidades lleguen en un mejor momento en sus clubes para la próxima fecha doble, además de recuperar a jugadores clave como Yoshimar Yotún y Renato Tapia.
Y así terminó la peor Copa América de Perú en 29 años, desde la edición de 1995 cuando también quedó eliminado con un punto. Con un Fossati que probó tanto, pero no encontró mucho. Queda el sinsabor de que apostó por salvar el día con la ‘vieja guardia’ antes que afianzar y darle confianza a las nuevas figuras. En resumen, Perú se va sin encontrar equipo para tentar salir del último lugar de las Eliminatorias en setiembre próximo.