Fernanda Huapaya

En las últimas horas, la selección peruana recibió una noticia que cayó como un baldazo de agua fría y que obligó a buscar una pronta solución: Gianluca Lapadula no superó sus molestias abdominales y no fue autorizado para viajar a disputar la fecha doble. Ante este agravante a nuestra carencia de gol, Fossati recurrió a Luis Ramos, el joven trujillano de 24 años forjado en Copa Perú y con gran actualidad en Cusco FC. Este jueves, en el cuarto día de entrenamiento de la ‘bicolor’, la ilusión del delantero se dejó entrever en cada ejercicio, abrazo y gesto con sus compañeros y el comando técnico desde el primer ‘apanado’ hasta el final del entrenamiento. De un día para otro, la esperanza de gol también recae en él y lo sabe.

Luis Ramos recibió su primera convocatoria a la Selección Peruana. (Foto: FPF)
Luis Ramos recibió su primera convocatoria a la Selección Peruana. (Foto: FPF)

Luis Ramos: la nueva ilusión

Si bien el presente de la selección peruana no es el mejor y la noticia de la desconvocatoria de Gianluca Lapadula podría llenarnos de pesimismo frente a lo que se nos viene, la noticia del llamado de Luis Ramos, se quiera o no, nos genera algo de esperanza. El delantero trujillano de 24 años, formado de Copa Perú y con presente goleador en Cusco FC, es un futbolista que quizá no todos conocían pero cuyas características bastaron para que Jorge Fossati lo tomara en cuenta apenas surgiera una emergencia. Recibió el llamado, esa oportunidad única en la vida, y se presentó en Videna con toda la ilusión del mundo como de quien podría representar a su selección por primera vez.

Como era de esperarse, lo recibieron con un ‘apanado’ tras la charla inicial de Jorge Fossati. Pero no fue el único. Horacio Calcaterra también tuvo el cariñoso recibimiento luego de haber retornado de su viaje a Buenos Aires para atender una emergencia familiar. Como si se tratase de un niño en un parque de diversiones, para Luis Ramos todo era nuevo. Los trabajos junto al resto de seleccionados los trataba de hacer tal como mandaba el comando técnico y conversaba con algunos, como Jorge Murrugarra o Jean Pierre Archimbaud, cada que culminaba un ejercicio.

De hecho, una vez que todos los convocados nacionales se dirigieron al gimnasio, el preparador físico Sebastián Avellino dio las clásicas indicaciones y dio a conocer la rutina que elaborarían ese día por grupos. Una vez que dio la indicación para que todos comiencen, se acercó a Luis Ramos, quien parecía no saber a dónde dirigirse, y tomándolo del hombro le explicó frente a su pizarra de qué se trataba la rutina y la modalidad del trabajo.

A diferencia de Horacio Calcaterra, quien también se había unido a los entrenamientos, con Ramos había la necesidad de explicarle más detalladamente cómo era el trabajo dentro de la selección peruana. Y así fue. Visto bastante de cerca por Jorge Fossati, Ramos se concentraba en realizar los ejercicios al pie de la letra y, a diferencia de sus compañeros que podían ‘chacotear’ entre ellos o dar unos pasos de baile entre canción y canción de salsa que sonaba en el gimnasio, a Ramos se le notaba mucho más serio.

Sin duda, el hecho de que provenga de Cusco FC y no cuente con compañeros de su mismo equipo puede calar en qué tanta confianza sienta con el grupo en estos primeros días y es por eso que, cada tanto, Avellino o Fossati le hacían bromas y los compañeros trataban de integrarlo. De hecho, a falta de un ‘apanado’, también recibió otro tras la sesión de fútbol tenis.

Itinerario de trabajo

Por primera vez en lo que va de la semana, Jorge Fossati ha podido trabajar con todos los convocados nacionales tras las incorporaciones de Luis Ramos y Horacio Calcaterra. Esta vez, se enfocó en hacer trabajos de campo y luego una sesión en gimnasio con ejercicios de potencia, fuerza y velocidad que puso a prueba la resistencia física del grupo.

Luego llegó la parte más distendida en la que se formaron en grupos de tres y jugaron fútbol tenis. La regla era resolver a un toque y, en caso de perder, darle paso al siguiente tridente rápidamente para que no se pierda la dinámica. En este ejercicio fue que se escucharon mucho más las risas de los convocados y se percibió el buen ánimo que hay en Videna pese al mal presente estadístico del equipo.

Tras esta sesión, fue el turno de regresar al campo y la cancha se dividió en dos. De un lado, los volantes y delanteros; y del otro, los defensas. Para este ejercicio se tuvo la presencia de los futbolistas de la sub-20 y, por su parte, Carlos Zambrano, Renzo Garcés y Aldo Corzo se tenían que medir ante tres delanteros sparrings, evitar que definan frente a arcos pequeños y darse pase entre ellos.

De otro lado de la cancha, los volantes y delanteros tenían que enfrentarse ante defensas de la sub-20 y tratar de hacer triangulaciones y definir frente a la portería que alternaban Diego Romero y Carlos Cáceda. De hecho, en los últimos días de ha hecho mucho énfasis en el trabajo asociativo entre los futbolistas y la capacidad de definición para que esta responsabilidad no recaiga únicamente en los delanteros: los carrileros y volantes interiores también reciben la indicación de patear al arco en cuanto puedan.

Se tiene estimado que los futbolistas que militan en el extranjero empiecen a arribar a Lima a partir de este sábado y este lunes sería el primer entrenamiento de todos los convocados ya a disposición de Jorge Fossati con miras a los encuentros ante Uruguay y Brasil por la fecha doble de Eliminatorias.