Confianza del consumidor de Lima Metropolitana volvió a caer en setiembre: ¿Cuál fue la razón?

El Índice de Confianza del Consumidor de Lima Metropolitana (Indicca), elaborado por Ipsos y Apoyo Consultoría, se ubicó en 38 puntos durante setiembre, dentro del terreno negativo. Este es el segundo mes consecutivo en el que se vio un descenso en el indicador, revirtiéndose así la tendencia al alza que había registrado entre abril y julio de este año.

Según Fabiola Alfaro, analista de Apoyo Consultoría, el resultado es reflejo de un deterioro de la situación actual de los consumidores y en sus expectativas. Por ejemplo, señaló que cerca de la mitad de ellos consideró que su situación ha empeorado debido a la caída de la economía entre enero y agosto y a la alta inflación.

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“Esta situación estaría afectando en mayor medida a los consumidores de menores ingresos quienes destinan 50% de su canasta de consumo a alimentos. De hecho, para ellos, la inflación ronda el 6%, mientras que en los sectores [socioeconómicos] AB asciende a 4,7%. Así, el porcentaje de consumidores que percibe un deterioro en su situación económica es mucho mayor en los sectores CDE”, detalló.

Para José Carlos Saavedra, socio y economista principal de Apoyo Consultoría, los consumidores se han vuelto más pesimistas debido a las perspectivas de estancamiento para este año y la consolidación de un escenario donde lo más probable es que ocurra el Fenómeno El Niño (FEN) de intensidad fuerte en el 2024. “Tendría un impacto negativo -aunque temporal- sobre la economía durante la primera mitad del próximo año”, agregó.

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Por otro lado, el 34% de consumidores espera que su situación económica empeore este mes, 9% más en comparación a los resultados de julio. La cifra se asocia a las perspectivas de bajo crecimiento económico -Apoyo Consultoría considera que la economía peruana solo crecería 0,5% en el 2023- y a los efectos que tendría el Fenómeno del Niño (FEN).

“La tendencia de mejora en la confianza del consumidor se habría revertido y en setiembre ha retrocedido hasta uno de sus niveles más bajos en lo que va del año. Este retroceso estaría asociado al impacto persistente de las condiciones climáticas adversas sobre la actividad económica y los precios de alimentos, y el deterioro en las expectativas debido a la perspectiva de bajo crecimiento económico y los posibles impactos del FEN. En este contexto, es probable que la confianza del consumidor continúe en terreno pesimista todavía en los próximos meses”, concluyó Alfaro.

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Saavedra anotó que la inflación se mantendría alta en lo que resta del año y la economía se estancaría debido a la persistencia de las anomalías climáticas, condiciones financieras aún restrictivas, una política fiscal que no suma y una inversión privada que tarda en recuperarse.

Así, agrego que debido al último punto, es probable que recién se observen mejoras en el empleo formal a partir de la segunda mitad del 2024. “En este contexto, es poco probable que la confianza se recupere significativamente en los siguientes meses”, dijo.

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En tanto, para que se revierta el descenso y se incremente la confianza, Saavedra explicó que deberían normalizarse las anomalías climáticas.

“En un escenario de lluvias moderadas, la economía podría crecer hasta 1 punto más. En este caso, la inflación, especialmente la de los alimentos, debería reducirse de manera más marcada. Asimismo, podríamos ver una reducción en la cautela empresarial, lo cual podría impulsar la creación de empleo formal”, puntualizó.