Aunque le hemos dado una mayor relevancia a la sostenibilidad en el sector empresarial, aún mantenemos mitos que llevan a la inacción organizacional y de los cuales debemos hablar:
- El valor en riesgo no es tan alto. Expertos estiman que la pandemia de COVID 19, sumada a otros detonantes, afectó el PIB global en cerca de 3,4 % en 2020. Asimismo, de acuerdo con el Swiss Re Institute, la economía mundial perderá hasta un 18% de su PBI en 2050 por el cambio climático si no se toman medidas de mitigación. Si bien somos algo conscientes de lo que está en juego, nos falta acción para entender cómo los riesgos climáticos afectan a nuestra organización y definir mecanismos para protegernos.
- La sostenibilidad no es tan importante para los tomadores de decisiones. Actualmente evidenciamos un cambio en las preferencias de los inversionistas que direccionan capital a organizaciones con mejor gestión de riesgos sociales y ambientales. Frente a un creciente interés de diferentes actores, esperaríamos tener más y mejor información para su toma de decisiones. Sin embargo, tenemos retos en la cantidad, calidad, claridad y oportunidad de la misma.
- Es responsabilidad del Chief Sustainability Officer (CSO). PwC indica que en 2021 se contrataron más CSO en el mundo que en los cinco años anteriores combinados, lo que pone de manifiesto la necesidad de asignar a un responsable en las empresas. Sin embargo, la sostenibilidad de un negocio no es responsabilidad del CSO. Tanto la Junta Directiva, como la Dirección y las diferentes unidades de negocio tienen un rol muy importante.
- Estamos preparados para gestionar la sostenibilidad. La Encuesta Anual de Directores Corporativos de PwC, publicada en 2023, señala que sólo un 51% de miembros de Junta Directiva indica estar preparado para supervisar las revelaciones obligatorias de sostenibilidad, y que un 34% reconoce no entender, o no muy bien, el control interno y procesos que las soportan.
En el marco de los 100 años de PwC Perú participé en el evento Sostenibilidad y Buen Gobierno Corporativo donde destaqué que la Junta Directiva debe supervisar la gestión de los riesgos en sostenibilidad y que la Dirección debe tener una adecuada gestión de estos, porque hace parte de su deber fiduciario. Además, la Junta Directiva y la Dirección deben garantizar una adecuada segregación de funciones, así como información relevante en sostenibilidad para tomar decisiones que beneficien al negocio.