La digitalización, entendida como el uso y tenencia de productos como la banca en línea o la billetera móvil, es uno de los indicadores que en el 2023 reflejó el esfuerzo por lograr que más mujeres ingresen al sistema financiero.
MIRA: Campaña escolar: así se desarrolla este año, por qué se retrasó y las proyecciones hasta el momento
La masificación de estos productos en la región ha logrado que a la fecha las usuarias intensivas –que interactúan con estas herramientas varias veces por semana– pasaran de 28% a 32% entre 2022 y 2023. Y aquellas en un nivel bajo se redujeron de 59% a 51% en el mismo periodo de tiempo.
Así lo demuestra el Índice de Inclusión Financiera de Credicorp 2023, que recogió más de 13.000 encuestas en 8 países. Francesca Raffo, gerente corporativo de innovación de Credicorp, explica a Día1 que esta es la variable que más ha mostrado una mejora en el año. Ello, según agrega, trae otros efectos positivos. “Sin lugar a duda, la inclusión vía productos o servicios digitales también ayuda a levantar la confianza en el sistema financiero. Por ejemplo, las mujeres que reciben ingresos a cuentas en su nombre sienten una mayor seguridad que aquellas que reciben sus ingresos en efectivo, a través de cuentas de terceros, o que no tienen ingresos”, asevera.
Haciendo un zoom sobre el escenario peruano, existe también una mejora en los niveles de inclusión de las mujeres en el 2023 respecto del año previo. Por ejemplo, en el 2022, el porcentaje de mujeres con un nivel de inclusión elevado era de 14% y al 2023 esta cifra llega 18%. En tanto, los niveles bajos de inclusión han pasado de un 53% a un 46% en el país.
“La digitalización ayuda a democratizar y descentralizar cualquier tipo de servicio. Por ejemplo, entre el 2020 y 2022, en Credicorp logramos incluir a 2,6 millones de personas en el sistema financiero. De este número, el 49% fueron mujeres incluidas principalmente a través de Yape”, detalla Raffo.
Carolina Trivelli, investigadora principal del IEP, coincide en que la mayor digitalización de las mujeres y el uso de aplicativos digitales es positivo. Destacó que otro factor importante para lograr mayor inclusión ha sido la expansión de las redes de corresponsales no bancarios como los agentes, cajeros multired, entre otros. “Estos permiten a millones de mujeres relacionarse con el sistema financiero haciendo pagos de servicios, enviando y recibiendo remesas, haciendo depósitos y retiros a través de su bodeguero de confianza o de la farmacia más cercana”, afirma.
Barreras de acceso
El índice de Credicorp revela que existen barreras para el acceso y uso de los productos y servicios financieros. Uno de ellos es la insuficiencia de ingresos. De hecho, existe un 73% de personas que no ahorran en los países encuestados y dividido por género, el porcentaje de mujeres alcanza el 75%. Para Perú, dicha tasa es de 74%.
“Es cierto que las mujeres tienen menores tasas reportadas de ahorro, esto tiene que ver con que tienen menos ingresos y en general cuando tienen actividades generadoras de ingresos estos son menores, más inestables e informales que los de sus pares. Pero las bajas tasas de ahorro que reportan las encuestas tienen que ver con que cuando se pregunta por ahorro se piensa en lo que puedo guardar como excedente sobre todo. Pero las tasas de ahorro son mayores a las reportadas sin duda, pero son ahorros de corto plazo, de bajo monto”, asevera.
Para Bárbara Castro, profesora de Pacífico Business School, el esfuerzo del sector privado por el cierre de la brecha ha sido positivo. Sin embargo, a largo plazo, se requiere una política pública.
“El Open Banking, que es una de las iniciativas de las que se está hablando hoy, puede tener un efecto importante en el cierre de la brecha sobre inclusión financiera. ¿Qué necesitamos? Que venga acompañada de una correcta regulación, de lo contrario no tendrá ningún impacto en inclusión. Entonces, necesitamos articular al sector privado –que tiene y comparte la información–, la regulación correcta en términos de protección de datos y de generar los incentivos correctos y también la academia para desplegar la educación digital necesaria”, finaliza.