Claudia Inga Martínez

“Arriba Alianza toda la vida”, fue lo primero que dijo Paolo Guerrero al llegar a Lima desde Brasil. Su sueño se hizo realidad, retornar al club de sus amores, donde se formó desde que era un niño y donde, junto a su compadre Jefferson Farfán, soñaba defender la blanquiazul en el primer equipo, ganar títulos, comerse el mundo y llegar-juntos- a un Mundial con Perú. Lo cumplió casi todo, pero defender la blanquiazul y retirarse en el club del que es hincha acérrimo, era -quizá- el último sueño que le faltaba por cumplir. Su nuevo semblante lo dice todo:, ahora está tranquilo.

Contenido Sugerido

Contenido GEC