Mario Cortijo Escudero

— ¿Qué debemos esperar los peruanos con la inauguración del puerto de Chancay?

Con Chancay debería venir un ‘hub’ logístico e industrial de primer nivel. Cuando asumí la presidencia de la SNI, resalté la importancia no solo de este puerto, sino también las ampliaciones del aeropuerto de Lima y la modernización del puerto del Callao como un eje logístico industrial que va a ser la puerta de entrada y salida a Asia, y de Asia a Sudamérica. Eso nos va a posicionar nuevamente –porque lo fuimos hace 150 años– como el país más importante del Pacífico sudamericano. Es una gran oportunidad para el Perú.

— ¿Qué importancia tiene que sea declarado como zona económica especial privada?

Parte de la visión que tenemos es ser el centro logístico industrial del Pacífico sudamericano. Esto tiene que ser complementado con una zona económica especial y los incentivos necesarios. Por ejemplo, un Impuesto a la Renta de 0% por un número determinado de años. Esto permitirá atraer inversiones de cualquier país del mundo. La idea es que entre el Callao y Chancay se instalen plantas industriales que produzcan acá y se aprovechen los tratados de libre comercio que tenemos. De lograrlo, le damos un cambio total al Perú.

— ¿Es posible hacerlo realidad?

Claro que sí, siempre y cuando se den las condiciones necesarias en las zonas económicas especiales. Cuando estuvimos en China en junio con la presidenta Dina Boluarte y varios presidentes gremiales, vimos zonas como Shenzhen, que hace muchos años era un puerto de pescadores y ahora es una ciudad de 17 millones de habitantes, con centros industriales de todo tipo. Visitamos fábricas que se instalaron ahí justamente por los incentivos y eso queremos que se haga en el Perú. También ahí pueden instalarse empresas nacionales para exportar a todo el mundo.

— ¿Qué sectores han mostrado interés por instalarse en el Perú?

Todo tipo de sectores. Lo principal es lograr que vengan inversiones que nos transfieran tecnología de última generación, y que transformen bienes y servicios. Por ejemplo, quisiéramos que vengan exportadores de Brasil para que acá transformen los productos que sacan a Asia, pues actualmente lo hacen por el Atlántico. Empresas de paneles solares, drones y otras vinculadas a la tecnología. La industria naval también puede estar ahí.

— Eso suena muy bien, pero tenemos un déficit de infraestructura terrible.

Se va a crear un puerto de Primer Mundo como Chancay, tendremos un aeropuerto similar, pero los accesos a estos puntos son del quinto mundo. Nada se planifica, por eso hemos propuesto que se cree un ministerio de planificación e infraestructura. El Gobierno propuso uno de infraestructura, pero eso es a futuro. Ahora hay que correr, primero con las vías de acceso. El primer año se va a recibir en Chancay un millón de contenedores, eso implica más de 2.700 contenedores diarios. Digamos que la mitad sean para transbordo y que la otra mitad venga a Lima: estamos hablando de 1.300 camiones con contenedores. No hay forma de que la actual Panamericana soporte eso.

— El cabotaje podría ayudar a mitigar ese efecto. ¿Qué falta para que se pueda operar mejor bajo esta modalidad de transporte?

Falta el reglamento. La ley es buena y necesaria y va a ayudar a aligerar ese movimiento de contenedores. Pero falta también un tren de carga de Lima hasta Barranca, que no sabemos cuánto puede demorar. Además, se tienen que mejorar las vías de acceso por carretera. Es urgente que se hagan las cosas muy rápido.

—¿Qué otros sitios podrían tener una zona económica especial?

Una zona de ese tipo tiene que estar asociada a un corredor logístico, por eso el eje Callao-Chancay se presta perfectamente para ello. Habría que analizar, por ejemplo, Paita, que tiene gran futuro, pues va a tener una salida con la Interoceánica Norte apoyando toda la agroindustria y la pesca de consumo humano. Otra zona es en el sur, porque la Interoceánica sale a la altura de Matarani. Ahí vamos a tener hidrógeno verde. También hay un proyecto para una petroquímica. Hay que usar Chancay como plan piloto.

— ¿Qué sectores de la industria ayudarán al crecimiento?

Siempre los economistas hablan de la minería, la agroindustria, el turismo, pero se olvidan de la industria, que genera muchos puestos de trabajo formales. Por ejemplo, en textil se exportan US$2.000 mlls. al año. La pesca de consumo humano directo exporta US$1.800 mlls. Vendemos US$1.000 mlls. en productos forestales, la octava parte que Uruguay con menos recursos. Si se hacen bien las cosas, sobre todo en las rutas de acceso para sacar productos al Pacífico, vamos fácilmente a duplicar o triplicar las exportaciones.

— ¿Qué retos hay frente al orden geopolítico internacional?

Esta visión de convertir al Perú en el centro logístico industrial más importante del Pacífico sudamericano tiene amenazas internas y externas. Hay una polarización entre EE.UU. y China y una guerra comercial que con Donald Trump puede ponerse mucho más seria. China, que nos compra básicamente materias primas, es nuestro principal socio comercial; pero EE.UU. es un mercado que nos compra muchos productos con valor agregado.

— ¿Esa situación podría abrirnos nuevas oportunidades?

Tenemos que decirle a EE.UU., como ya lo han hecho otros: “Nos estás dejando solos, ven tú también a invertir al Perú”.

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