
Los índices principales de Wall Street cayeron este lunes luego de que Donald Trump intensificó sus ataques contra el presidente de la Reserva Federal Estadounidense (FED), Jerome Powell. Esta persistente crítica del mandatario estadounidense y el anuncio de la semana pasada de una posible destitución de Powell exacerbó las preocupaciones sobre la autonomía del Banco Central, generando nerviosismo en los mercados financieros, y afectando a una ya debilitada confianza como efecto de los aranceles impuestos por Estados Unidos.
Es así que este lunes, Wall Street cerró con una baja del Dow Jones de 2,48%, el S&P 500 cedió un 2,36% y el tecnológico Nasdaq dejó un 2,55%. En el caso de las bolsas europeas hoy no abrieron por Lunes de Pascua y la de Tokio retrocedió un 1,24%.
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César Huiman, analista senior en Renta4 Research, comentó que el detonante de esta caída fue el ataque verbal del presidente Trump hacia Powell. “Esta presión sobre la Reserva Federal, fue interpretada como una amenaza directa a su independencia. Paralelamente, la pausa de 90 días en los nuevos aranceles – con excepción de China – no logra calmar del todo los temores de empresas y consumidores frente al impacto sobre precios y márgenes”, añadió.

Por su parte, Jorge Ramos, gerente general de BBVA Bolsa SAB, señaló que si bien la tensión política genera sensibilidad, el entorno arancelario entre EE.UU. y China sigue siendo una variable de alerta latente. “Esta incertidumbre estructural también impacta en la disposición de los inversionistas a asumir riesgos”, precisó.
La explicación de una jornada roja
El nerviosismo actual de los mercados financieros estadounidenses, según Ramos y Huiman, se amplifica en factores económicos, políticos y comerciales.
“Los mensajes de Trump, la incertidumbre comercial y la caída simultánea de las acciones, bonos y el dólar, sugieren una aversión generalizada al riesgo sobre los mercados estadounidenses”, refirió Huiman.
El analista en Renta4 agregó que las declaraciones de Trump están generando un impacto concreto y negativo sobre los mercados financieros, encendiendo las alarmas sobre una posible politización de la Fed. “Creemos que un despido de Powell sería ‘la mayor inyección de volatilidad posible en los mercados financieros’, lo cual podría derivar en una ‘fuga dramática de activos estadounidenses’”, mencionó.

Ramos, por su parte, agregó que si los mercados comienzan a percibir interferencia política en las decisiones técnicas del banco central, la confianza puede verse afectada, y con ella el apetito por invertir.
“Lo importante es que la FED continúa actuando con base en información económica y dentro de su mandato técnico. Sin embargo, en un escenario global más incierto —marcado por tensiones arancelarias, inflación y cambios en las cadenas de suministro—, los bancos centrales necesitan mantener claridad y autonomía para seguir siendo anclas de confianza en los mercados”, explicó.
Huiman añadió que solo la idea de que un presidente pueda remover a un titular de la FED por no seguir su línea política representa una amenaza directa a la independencia de la política monetaria. “Aunque legalmente Trump no tiene la autoridad directa para despedir a Powell sin causa, el hecho de que esté considerando esta posibilidad ya genera un fuerte ruido institucional”, precisó.

¿Qué pasa con el dólar?
La debilitación del dólar es significativa, en la jornada de este lunes, llegó a su nivel más bajo, según Bloomberg Dollar Spot, desde el 2022. Según Bloomberg Dollar Spot Index, el billete verde cayó 0,7% en la jornada, mientras que todas las monedas del G-10 (los 10 países con las economías más grandes del mundo) se fortalecieron frente a la moneda estadounidense.
Según Huiman, este retroceso responde a una combinación de factores, tales como el creciente temor a una intervención política sobre la Reserva Federal, un potencial deterioro de la credibilidad institucional de EE.UU. y un reequilibrio de portafolios institucionales hacia activos más estables.
Por su parte, Jorge Ramos dijo a este Diario que si aumenta el temor global, muchos buscarán refugio en activos seguros como el dólar, lo que puede fortalecerlo. “Este vaivén también se ve afectado por el panorama comercial global: las tensiones arancelarias entre EE.UU. y China pueden generar movimientos bruscos en las monedas si los inversionistas creen que se está reconfigurando el comercio global hacia bloques más cerrados”, explicó.
En tanto, Huiman añadió que si los inversionistas perciben que la FED actúa por presiones políticas y no por criterios técnicos, la credibilidad de su política se vería severamente afectada. “Esto podría impulsar una desdolarización gradual, una subida de primas de riesgo en los bonos estadounidenses, y un debilitamiento estructural del dólar como moneda de reserva global”, precisó.

Lo último de la guerra comercial
China criticó el lunes a los países que están tratando de “apaciguar” a Estados Unidos en sus negociaciones sobre la política de aranceles, y expresó su oposición “firme” a cualquier acuerdo comercial de terceros que perjudique sus intereses.
“El apaciguamiento no traerá la paz, y los acuerdos no serán respetados”, declaró un portavoz del Ministerio de Comercio chino en un comunicado.







