El comercio mundial de mercancías debería recuperarse este año y crecer un 2,6 % gracias al alivio de la presión inflacionista, lo que permitirá que los ingresos reales vuelvan a aumentar y ofrecerá un estímulo al consumo de productos manufacturados, dijo este miércoles la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El año pasado el volumen del comercio se contrajo un 1,2 % (-5 % en términos de valor, que fue de 24,01 billones de dólares), lastrado por los altos precios de la energía, la inflación y las graves tensiones geopolíticas (en particular, las guerras en Ucrania y en Gaza), que este año siguen representando un riesgo para los intercambios comerciales internacionales.
También podrían lastrar el comercio las incertidumbres sobre las políticas económicas de los países más potentes en el comercio mundial, ha reconocido la OMC al difundir sus proyecciones para 2024.
El sector del comercio de servicios, en cambio, sigue ofreciendo nuevas oportunidades y pudo soportar mejor los embates que afectaron la economía el año pasado, periodo en el que creció un 9 %. hasta los 7,54 billones de dólares.
El crecimiento sostenido del comercio de servicios permitió contrarrestar el declive del comercio de mercancías.
Además de los elementos económicos y geopolíticos que afectaron el comercio, la disrupción del transporte de mercancías por el Canal de Suez y el Canal de Panamá alarmó al sector, pero según el análisis de la OMC tuvo consecuencias limitadas.
Los negocios automotor, de fertilizantes y del comercio al detalle fueron los que experimentaron mayores retrasos y aumentos de costes de transporte por ese problema, que en el caso de Suez fue causado por los ataques de un grupo rebelde yemení contra navíos que surcaban el Mar Rojo; mientras que en el caso del Canal de Panamá, el nivel históricamente bajo del agua por una sequía afectó el paso de embarcaciones.
Por otra parte, los analistas de la OMC han llegado a la conclusión de que las crisis geopolíticas que se están viviendo no han causado un movimiento de “desglobalización”, pero sí han observado indicios de “fragmentación” de los lazos comerciales, en particular en el comercio de servicios.
El ejemplo más elocuente el año pasado fueron las importaciones de Estados Unidos de servicios de información, informática y telecomunicaciones desde la misma Norteamérica (especialmente Canadá), que pasaron a representar un 23 % del total, frente a un 15,7 % cinco años antes.
Contrariamente, las importaciones del mismo tipo y en el mismo periodo de servicios a Estados Unidos desde países asiáticos (India, en particular) cayó al 32 %, tras haber llegado a representar un 45 %.
A este respecto, la OMC ha señalado que se ha hecho evidente que algunos gobiernos son más escépticos sobre los beneficios del comercio y han decidido relocalizar dentro de sus fronteras la producción y comerciar de forma preferente con naciones amigas.
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