“Lo que se viene les va a doler a las farmacias”. Así anunciaba el Ministro de Salud (Minsa) una iniciativa que buscaba retomar la obligación de boticas y farmacias privadas (no públicas) de comercializar una lista de medicamentos genéricos. Acusado públicamente por no haberse preocupado por renovar la exigencia que venció al levantarse la emergencia sanitaria, reaccionó en tono amenazante hacia los privados. También reaccionaron los congresistas con 13 proyectos de Ley. Finalmente se aprobó un Decreto de Urgencia que reestablece la obligación. En palabras del ministro, esto evitará que las cadenas “le saquen la vuelta a la ley”.
Un poco de historia. Aprovechándose de no tener Congreso y poder legislar a través de Decretos de Urgencia, Vizcarra estableció que el Minsa debía elaborar una lista de 40 medicamentos esenciales genéricos que deberían estar disponibles en todas las farmacias privadas (no públicas). Esta obligación tenía una duración limitada en el tiempo. Con la pandemia esta obligación se extendió hasta 9 meses después de la culminación de la emergencia sanitaria.
¿Qué es lo nuevo? Las farmacias privadas (no públicas) deberán no sólo ofrecer sino mantener un stock mínimo del 30% de los medicamentos genéricos incorporados en un listado que será aprobado por el Minsa y que son necesarios en el contexto de la emergencia.
¿Cuál emergencia? Intensas lluvias en algunas zonas y la epidemia por dengue. Si es sólo para esto último, la obligación debería limitarse al paracetamol (Panadol), ya que no existe ningún medicamente específico para el tratamiento del dengue. Seguro que verá la forma de ampliar la lista.
Esta medida se parece a la aprobada durante el primer gobierno de Alan Garcia, quien forzó a las panaderías a producir y vender “pan popular”. También tenían buenas intenciones. Los resultados fueron nefastos. Debieran recordarlo quienes promueven estas iniciativas desde el Congreso.
Se trata de una exigencia que las grandes cadenas podrán cumplir sin problemas; de hecho, así lo anunciaron antes que la medida fuera reestablecida. Otra es la historia para las boticas de barrio. Esta medida favorece la concentración del mercado en pocas manos y reduce opciones para la gente.
Lo importante queda de lado. Los decretos originales autorizaban al Minsa a comercializar al público (no sólo a sus pacientes) medicamentos genéricos en todos sus hospitales y puestos de salud. Se le dio un plazo para la implementación de la medida. Ya venció el plazo. Vivo cerca de un hospital del Minsa, nada ha cambiado. Sigue rodeado de farmacias privadas donde acuden los pacientes a comprar medicinas que no encuentran dentro del hospital.
Es responsabilidad del Estado y no de los privados atender las necesidades de salud de la gente. Para eso pagamos impuestos. La obligación de mantener stocks y ofrecer medicamentos genéricos es del Minsa. Sus farmacias no están cumpliendo el rol que deberían. ¿Por qué no le preguntan sobre eso al ministro? ¡Seguro le va a doler!
“La lista finalmente aprobada incluye 434 medicamentos esenciales genéricos (distintas presentaciones). Durante lo peor de la pandemia (mayo 2020) se establecieron sólo 34. Ahora se incluye hasta la Ivermectina que es muy eficaz para el tratamiento de los piojos!".