En homenaje a Eduardo Añaños Pérez
Cada inicio de año es una oportunidad perfecta para renovarnos y establecer metas que guíen nuestro camino. Pero, ¿qué pasaría si nos diéramos cuenta que el secreto para alcanzar los objetivos no solo está en el esfuerzo constante, sino también en entender que el futuro es el que crea tu presente?
Hace poco nuestro presidente de directorio nos dijo en una reunión esta poderosa frase: “el futuro crea tu presente”, y por simple que suene es muy potente cuando la interiorizas y analizas su contexto.
Por siglos se nos ha enseñado que el pasado es el que moldea el presente y que el presente a su vez es el que genera el futuro. Este concepto, aunque válido, limita varias veces nuestra capacidad de crear un destino propio. Para transformar esta perspectiva, debemos permitir que nuestros sueños y metas sean las que guíen nuestras acciones hoy. Si queremos alcanzar el éxito, debemos primero visualizar ese futuro en el que soñamos y luego definir las acciones para lograrlo.
Pero el éxito no va a llegar de casualidad. Todo comienza con una decisión. Hace 36 años, en un contexto difícil, Eduardo Añaños y su esposa Mirtha, junto a sus seis hijos, se atrevieron a elegir su destino y dar un paso que cambiaría sus vidas y la de miles de peruanos. Se mudaron a Huamanga, y en el patio de su casa instalaron las primeras máquinas que adquirieron con mucho esfuerzo, y con las que fabricarían sus primeras bebidas gaseosas.
Don Eduardo y su familia siempre tuvieron la visión de soñar en grande y gracias a su estrategia del “precio justo y alta calidad” democratizaron el consumo de bebidas en el país y el mundo. Hoy quienes trabajamos en Grupo AJE agradecemos las enseñanzas que nos legaron nuestros fundadores. Soñar en grande nos permite superar los límites y nos impulsa a esforzarnos más allá de lo que creemos posible.
Soñar en grande también nos permite enfrentar las adversidades. Todos tenemos un temor interior que aparece ocasionalmente diciéndonos que no somos lo suficientemente buenos y que el riesgo es demasiado grande. Pero ese gran sueño que uno visualiza debe motivarnos a vencer nuestros temores y levantarnos cada mañana a seguir adelante. Ese sueño debe despertar aquella pasión que nos dará la fuerza y energía necesarias para continuar, incluso cuando todo parezca estar en contra.
Los grandes emprendedores alcanzan sus objetivos gracias a que creen firmemente en sus sueños y logran visualizar su futuro; el sueño es el combustible que encenderá su pasión y les dará la energía para superar todos los desafíos, vencer los temores y transformar lo convencional con audacia, innovación y espíritu de superación.
Ahora que empieza un nuevo año, los invito a tomar las riendas de tu destino. A enamorarse de sus metas, soñar en grande y permitir que ese futuro cree su presente. No hay un solo camino hacia el éxito, pero todos aquellos que se arriesgan a seguir sus objetivos con determinación encuentran la forma de alcanzarlos.
La elección está en sus manos. ¡Feliz año 2025!