El Índice de Confianza del Consumidor para Lima Metropolitana (Indicca), el cual mide la situación actual y perspectiva de las familias sobre su situación económica, comenzó a estabilizarse luego de cerca de dos años marcados por picos mínimos históricos.
En setiembre, dicho indicador –elaborado por Apoyo Consultoría e Ipsos– se ubicó en 33 puntos. El dato mensual mejora frente a agosto, cuando se ubicó en 31 puntos [ver infografía]. Sin embargo, este indicador aún no refleja una mejora significativa.
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Pablo del Águila, jefe de investigación del Servicio de Asesoría Empresarial (SAE)de Apoyo, explicó que el resultado refleja más una situación permanente de la economía familiar en la capital.
“No lo estamos viendo como una mejora. Aún el índice está en el terreno pesimista y se ha estabilizado en un terreno bastante bajo. Muestra que las condiciones siguen siendo bastante adversas para las familias”, dijo en diálogo con El Comercio.
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Dicho análisis sobre el indicador también se fundamenta en que el porcentaje de consumidores que considera más difícil encontrar empleo aún se mantiene por encima del 60%. En línea con ello, en setiembre, el 92% de los consumidores reportó que su situación económica está igual o peor que hace doce meses. Este último dato se mantiene en un nivel alto desde hace tres meses.
Mercado laboral
El análisis de la confianza del consumidor precisa que la evolución del empleo aún será poco favorable durante los próximos meses.
“En agosto, el empleo total en Lima Metropolitana se redujo por tercer mes consecutivo y, más aún, el empleo adecuado retrocedió levemente respecto a julio”, indicó Fabiola Alfaro, analista del SAE.
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Para los próximos meses, Alfaro comentó que el dinamismo observado durante la primera mitad del año en el mercado laboral formal se atenuaría. “Ello en línea con el deterioro regulatorio que afecta la confianza empresarial y la moderación del crecimiento económico en los próximo meses”, aseveró.
Cabe precisar que fue el BCR que, en sus nuevas proyecciones para setiembre, corrigió de 3,1% a 3% su previsión de crecimiento para la economía en el 2022. Esto en consonancia con un menor dinamismo de la minería metálica y de la manufactura.
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La inflación
La posibilidad de una mejora en la situación de las familias radicará en que continúen disminuyendo los precios al consumidor en la capital, tendencia que se observa desde julio. La inflación, que mantuvo una tendencia creciente durante los dos últimos años, ha comenzado a descender.
No obstante, esta aún se encuentra en niveles muy elevados. “La inflación seguirá retrocediendo de una forma gradual. En principio, esto permitiría que la confianza del consumidor siga mejorando”, agregó Del Águila, del SAE.
Precisamente, el SAE proyecta que la inflación cerraría el presente año en 7,7%, mientras que para el 2023, estima que la inflación continuará disminuyendo y puede alcanzar una tasa de 4,0% en diciembre.
El Indicca también vislumbra que las expectativas de las familias se mantendrán golpeadas por la crisis política.
En concreto, se prevé que continúen las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo