El pleno del Congreso aprobó, con 97 votos a favor, el dictamen recaído en los proyectos de Ley 4638, 4870 y 5758, que propone establecer un beneficio tributario para fortalecer la cadena productiva de la carne de cuy, aumentar su consumo a nivel nacional e incentivar su exportación.
Así, se incluye a la carne de cuy como bien exonerado del IGV en el literal A del apéndice 1 del Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto General a las Ventas e Impuesto Selectivo al Consumo.
Sobre el particular, el presidente de la Comisión de Economía, César Revilla (Fuerza Popular), señaló que la finalidad es corregir las distorsiones que genera la exoneración del IGV a los productores primarios que venden cuyes vivos, porque influyen en los demás eslabones de la cadena de producción y comercialización de la carne de cuy.
La presidenta de la Comisión Agraria, María Zeta Chunga (Fuerza Popular), manifestó que la iniciativa impacta en productores agropecuarios constituidos o no en micro o pequeños empresarios, mypes, empresas individuales y asociaciones de productores de cuy; así como a todos los que se dedican a la crianza, producción y comercialización de la carne de cuy.
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión de Producción, Micro y Pequeña Empresa y Cooperativas, Bernardo Pazo Nunura (SP), destacó que la importancia del cuy, como especie, radica en sus enormes posibilidades de constituirse como la actividad económica principal en el rubro empresarial, capaz de permitir mayores utilidades en comparación a otras actividades agropecuarias.
Sobre la exportación de esta especie, el congresista David Jiménez Heredia (FP), autor de una de las propuestas legislativas, refirió que los productores no podían exportar carne de cuy, porque lo consideraban como vísceras, según la partida arancelaria de aduanas N.º 02.08.
“Con su aprobación, ahora será considerado como producto cárnico y se podrá exportar con mayor facilidad”, agregó.