Israel Lozano Girón

El esfuerzo del sector privado en diversas economías APEC ha permitido acelerar los niveles de inclusión financiera. Chile hoy es el ejemplo de la región con el 85% de personas con acceso a finanzas digitales, mientras que el Perú alcanza un nivel superior al 60%. Y si bien ello refleja un avance importante, aún existe un grupo de informales a los cuáles alcanzar con innovación digital.

Kristalina Georgieva, directora general del FMI, enfatizó sobre dicho punto durante su participación en el APEC CEO Summit 2024, en el cual estuvo acompaña por el primer ministro de Nueva Zelanda, Christopher Luxo, y por el CEO de Credicorp Capital, Gianfranco Ferrari.

“Debemos tener prioridades claras para llegar a este grupo de personas. En la medida que dejamos parte de nuestra sociedad fuera del mundo financiero, nos estamos privando de su contribución a la economía pero también estamos creando potencialmente un retroceso. Estaríamos generando una no aceptación de algo que es bueno para la sociedad”, dijo.

En esa línea, hizo un llamado a los generadores de políticas públicas: “Debemos movernos hacia adelante. El mundo está cambiando rápidamente. En esta área en particular es obvio que los responsables de política pública deben pensar más hacia adelante y encontrar soluciones que sean prudentes, pero que no sofoquen a la innovación. Esto requiere, por encima de todo, tener conversaciones, debates y compromisos”, apuntó.

Para articular dicha misión es que el FMI brinda asistencia a los estados miembro. “Las instituciones como el FMI tenemos mucha experiencia y estamos transfiriendo ello de un lugar a otro. Puedo decir que los [países] miembros quieren ver que estemos ayudando a evitar este tipo de fricción en el mundo de las finanzas. Si no se construye estos puentes de conexión, estos túneles de conexión, corremos el riesgo de que pueda haber un evento par el cual no estamos preparados”, remarcó.

A su turno, el primer ministro de nueva Zelanda reconoció que se debe apuntar a este cambio porque también significa un cambio para el ciudadano y las empresas. “Vemos que las compañías más grandes son más productivas y eso tiene que ver con la adopción de la tecnología. También a escala mundial podemos ver compañías que son más productivas por dicha inversión en digitalización”, indicó.

Remarcó que en Nueva Zelanda, en la década de los noventa, se tuvo una adopción temprana de tecnología. “Fue bueno para los neozelandeses. Es cierto: traer más personas al sistema hace que participen en la economía. Pensemos en esto como una enorme oportunidad. Estamos trabajando muy fuerte para acelerar el proceso de pagos de pequeñas y medianas empresas”, agregó.

A su turno, Ferrari incorporó también un punto importante. “En la medida que demos un mecanismo de pago que genere menos fricción que el efectivo, se va a usar. Entrarán aún cuando esto signifique información con propósitos impositivos”, dijo.

Recalcó que uno de los factores de éxito de Yape, la billetera digital del BCP, ha sido la simplicidad. “Hasta hoy hay ciertos bolsones de población como personas de edad o las que viven en zonas rurales, a las que aún no hemos llegado y hacemos iniciativas específicas para llegar a estos segmentos e incluirlos financieramente. Llegar a este segmento no incluído necesita que apalanquemos mucho de nuestras capacidades”, afirmó.

Finalmente, puso otro punto sobre este proceso: debe ser rentable. “No estamos haciendo esto simplemente por un acto filantrópico, se trata de tomarse el tiempo y la paciencia. Que sea rentable es clave”, indicó.


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