Proyecto de ley “que garantiza velocidad mínima de conexión a Internet” avanza por insistencia al Pleno: ¿Es realmente viable?

La Comisión de Transportes y Comunicaciones lo aprobó rápidamente sin que ningún congresista haya decidido intervenir para el debate. Fueron ocho votos a favor y ninguno en contra ni abstenciones.

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Más tarde, la Comisión de Defensa del Consumidor también le dio luz verde con ocho votos y uno en contra.

En esta mesa de trabajo, destacó que el congresista César Combina (Alianza Para el Progreso) recomendó que se invite al Ejecutivo para que sustente presencialmente la observación a la autógrafa de esta ley.

“Una de mis mayores preocupaciones es que esta ley, bienintencionada, termine por generar un incentivo perverso o impacte en zonas rurales, ya sea en costo o afectación a usuarios. Debemos escuchar al Ejecutivo sentar su posición y nosotros analizar y señalarles sus responsabilidades”, señaló.

CONTRAPRODUCENTE

Mediante un comunicado difundido ayer, la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN) indicó que la propuesta legislativa pone en riesgo el acceso a Internet.

La AFIN señaló que esta propuesta es “técnicamente inviable”, además de que “pone en riesgo el acceso a esta tecnología a los casi cinco millones de personas que no gozan de la misma”.

También refirió que “un gran componente técnico que no se está considerando en su análisis, ni las opiniones de los sectores responsables de este tema. Es un error regular sobre tecnología en una ley”.

El gremio agregó que el lento avance en el cierre de la brecha de conectividad, en realidad, responde a que “existen barreras a la expansión de infraestructura de telecomunicaciones que no se han solucionado y que por el contrario se requiere la promoción de este despliegue a nivel nacional”.

Juan Pacheco, gerente general de AFIN, indicó que, si bien se está de acuerdo con que se debe mejorar la calidad del Internet, para su operatividad primero deben darse las condiciones, lo que no sucede.

“Un detalle es que dos tercios de los parques de conectividad son de 2G y 3G. Por ello, va a ser difícil aplicar esta propuesta. Se pidió, pero no se consideró finalmente, que se hiciera una diferenciación entre zonas rurales y zonas urbanas. Esto resulta indispensable, pues cada zona tiene características geográficas diferentes. Exigir aumentar la velocidad de manera general lo hace inviable”, precisó.

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A esta situación, Pacheco agregó que, la pandemia -mediante el aumento del tráfico de los hogares por la inmovilización- ha evidenciado que se necesita desplegar mejores redes. Pero, en este caso, aparecen problemas como las negativas municipales para la instalación de más antenas en determinados distritos.

A su turno, Carlos Huamán, socio fundador de DN Consultores, consideró también que la propuesta es contraproducente, pues refleja un desconocimiento de los beneficios que el mercado manifiesta.

“Mientras que hace tres años la velocidad máxima era de 50 megas, hoy es de un giga (1.000 megas). Eso es producto de la evolución del mercado, aumento de demanda y de mayor competencia. Esto ocurre sin la necesidad de una ley”, anotó.

Añadió que esta propuesta también resultaría en la ejecución de inversiones ineficientes.

“Por ejemplo, se conoce que en la Av. Javier Prado hay tráfico, pero a alguien se le ocurriera aumentar de cuatro a 20 carriles ante ese problema. Gran parte del día se tendrá los 20 carriles de manera ineficiente. Eso ocurre con esta ley. Gran parte del día estará sin uso”, mencionó.

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No obstante, refirió que sí deben continuar los trabajos que aseguren el cierre de la brecha de acceso a Internet y mejorar la atención al cliente.

En síntesis, Pacheco apuntó que al hacer más difícil el marco legal, resulta más complejo para los agentes encargados cumplir con este cierre de conectividad, en primer lugar, y elevar las condiciones de conectividad.

“No se puede regular la tecnología por ley. [Con estas leyes] se requiere más inversión y, finalmente, es más lento el proceso de llegada [de conectividad a algunas zonas]. Para regular no debemos pensar solo en Lima”, apuntó.

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