León Theremin —afrancesamiento de Lev Serguéyevich Termén— fue un físico, inventor y músico ruso nacido en San Petersburgo en 1896, quien para 1919 ya había sentado las bases de lo que sería un extraño instrumento musical que dejaría fascinados al propio Lenin y a los dirigentes de un nuevo e inmenso país que buscaba modernizarse y electrificarse. Ese fue el origen del theremin (también llamado thereminvox, theremín —con tilde— o eterófono). Para los años veinte el aún apellidado Termén se convertiría en la piedra angular de la música electrónica, ofreciendo la posibilidad de manipular la electrónica para emitir sonidos y música a través de frecuencias de entre 20 y 20.000 hertz, vibraciones o ciclos por segundo, creados por dispositivos llamados osciladores, los que transforman energía de corriente continua en corriente alterna. Ya en los Estados Unidos tocó con la Filarmónica de Nueva York, y en 1929 fue llamado el “Edison soviético” por la prensa. Ese mismo año se realizó en el Carnegie Hall de Nueva York un concierto para diez theremines.
Theremin era una mezcla de científico loco y caballero encantador. Así lo describía Clara Rockmore, sin duda la thereminista más virtuosa del mundo, quien llevara el instrumento al límite de sus posibilidades, interpretando a los clásicos de todos los tiempos con la impresionante técnica de la digitación aérea. Nacida en Lituania en 1911, Rockmore fue admitida en el Conservatorio de San Petersburgo a los cinco años. Fue un prodigio del violín, pero una lesión en los huesos causada por la malnutrición le impidió desarrollarse como solista. Por suerte conoció el theremin a través de su propio creador, a los 18 años, en una feria de inventos. La semana que pasó se conmemoraron 105 años de su nacimiento, por lo que Google le dedicó un encantador doodle.
El espía imperfecto
El misterio del theremin corría a la par que el de su creador. Lev Termén tocaba el violonchelo y se basó en él para construir su invento. Otros aparatos fueron creados por él ya en la calle 54 de Nueva York, donde se establecería, en un inmueble lleno de cables, mesas y aparatos inexplicables. Uno de ellos emitía sonidos con el movimiento de todo el cuerpo, lo que derivó en experimentos con bailarines, como la afroamericana Lavinia Williams, quien se convertiría en su esposa. Durante aquellos años de trabajo y experimentación, una de sus asistentes más queridas murió, lo que provocó que Theremin dijera: “No hay que llorar sino crear un instrumento que pueda revivir un cuerpo muerto”: muy en sintonía con las películas de horror y ciencia ficción que utilizaron los sonidos del eterófono para enfatizar lo espeluznante. Piense si no en clásicos del horror y la ciencia ficción sacados de los catálogos de la serie B como "Spellbound" (1945), de Hitchcock; y "The Day the Earth Stood Still" (1951). O en la cortina que da inicio a "Ed Wood", de Burton. O ya puestos, en ese sonido tan peculiar de “Good Vibrations”, el clásico de los Beach Boys.
Un día aparecieron en su casa unos extraños agentes y se lo llevaron. Se lo tragó la tierra. Clara Rockmore y los amigos del inventor trataron de buscarlo recurriendo a contactos en Washington. Luego se supo que León Theremin estuvo prisionero siete años en Magadán, una ciudad de paso a los gulags de la era Stalin. Posteriormente fue convertido en agente de la KGB, para la que realizó encargos secretos ligados a la electrónica, la aviación y la construcción de caminos.
Luego de su paso por los servicios secretos, Theremin comenzó a trabajar en el Conservatorio de Moscú, donde se hizo popular entre los estudiantes. Ahí lo reconoció un periodista del New York Times, quien publicó una nota que le trajo problemas al músico: lo despidieron y destruyeron sus aparatos con hachas. El vicepresidente del Conservatorio dijo que “nadie necesita la música electrónica. La electricidad solo sirve para matar a los traidores en la silla”. Luego de ello, sin embargo, se reencontró con Clara Rockmore y sus demás amigos en Estados Unidos, donde recibió homenajes y reconocimientos. Murió en Moscú en 1993, a los 97 años.
Theremin Perú
La onda expansiva del theremin se hizo esperar en nuestro país. Es una historia aún por escribirse; no obstante, se ha formado ya un grupo de entusiastas seguidores y motivados ejecutores. Véronique Miró Quesada Meguerditchian, más conocida como Veronik, organiza talleres, clases demostrativas y particulares. Además, participa en una serie de proyectos de teatro y danza, así como en sesiones con distintas bandas y músicos de diversos géneros. Ella utiliza un Etherwave, prototipo diseñado y construido en serie por Robert Moog, figura capital de la electrónica mundial. Otro de los músicos que emplea el theremin en sus proyectos es Tavo Castillo, legendario miembro de Frágil, a quien le interesa incorporarlo también en sus proyectos solistas.
Arturo Ruiz del Pozo, compositor y máster en Música Electrónica por el Royal College of Music del Reino Unido, cuenta que su experiencia con el theremin siempre ha sido fascinante pues “con él logras obtener una gama sorprendente de sonidos gracias a tus movimientos corporales y tu talento creativo. Es un instrumento monófono melódico con un sonido característico, vibrado y glissado”, explica. Se ejecuta con las dos manos en el aire frente a él y tiene dos antenas: una de frecuencias (mano derecha) y otra de volumen (izquierda). “El efecto anímico que produce ejecutarlo es muy intenso desde que compruebas la realidad del campo electromagnético del cuerpo humano que se extiende más allá de la piel e incluye manifestaciones como las del aura humana, el espíritu, el alma y las energías paranormales complejas, como la telepatía, la psicoquinesia, entre otras”, detalla Ruiz del Pozo.
Por su parte, el joven compositor Carlos Alberto Cárdenas está listo para estrenar, junto a la cantante y compositora Veronik, una pieza compuesta para theremin y orquesta. “Me fascinan las características tímbricas que lo asemejan a la voz, su amplio registro, la posibilidad de hacerlo sonar sin tocarlo, y su inigualable carácter lírico”, refiere. “Componer para cualquier instrumento es siempre un reto, desde el momento en que empiezas a escribir la primera nota, y el theremin no escapa a esto. Tiene sus propias características, sus posibilidades técnicas y de registros; y, además, tienes el desafío de lograr el acople adecuado con instrumentos orquestales”, sostiene Cárdenas. Veronik apunta que lo que hace difícil la interpretación es su ausencia de referentes visuales (teclas o trastes) como en casi cualquier otro instrumento microtonal.
Testimonio: "Hay que apuntar a la forma profana de tocar"
Veronik, ex-Valium, lideresa de Los Gatos Eléctricos y maestra del theremin.
Me encantó lo extraño y sorprendente del instrumento. Cuando vi la escena en el documental "Theremin: An Electronic Odyssey" en la que Clara Rockmore interpretaba “El cisne” no lo podía creer. Todo eso era magia. El theremin ante todo es un sintetizador que se ejecuta sin tocarse físicamente. Investigué y di con el Etherwave de Moog. Son increíbles sus posibilidades por su carácter melódico; la versatilidad que he logrado con él no la he podido obtener del todo, por ejemplo, con la guitarra. Con el Etherwave he hecho música para teatro, danza, performance, improvisaciones, y he participado en proyectos de rock psicodélico, hard rock, experimental y pop.
Sin embargo, cada vez que me llaman para realizar un trabajo, lo hacen por lo creepy de su sonido, vinculado a las películas de ciencia ficción. Es decir, se lo considera un instrumento invitado, sin más posibilidades que unos cuantos recursos y efectos sonoros. Quiero romper con esa forma de concebirlo, considero que es un instrumento con mucha personalidad que puede ser protagonista. Pero para llegar a ese nivel es necesario ser virtuoso, con buena técnica como la creada por Clara Rockmore con base en la digitación aérea; asimismo, tener la capacidad de sostener el tiempo suficiente un repertorio bien ejecutado y variado, que potencie todo su carácter y posibilidades en cualquier género, ya que puede incorporarse en distintas piezas musicales. He asistido a uno de los festivales de theremin más importantes del mundo en Chile.
Actualmente, dicto clases particulares, y realizo sesiones demostrativas y talleres para niños. Hoy es más fácil adquirir un theremin, así como mantenerlo y recibir asistencia técnica. Tengo fe en que se vaya construyendo una comunidad interesada en el instrumento, por eso lo difundo e incentivo entre mis alumnos.