La adolescencia es una etapa que suele llegar con múltiples cambios en el comportamiento de los más jóvenes. Los niños, al convertirse en adolescentes, buscan romper con lo que antes se identificaban. Por ende, es común que quieran diferenciarse para buscar su propia identidad. No obstante, es importante que los padres sean conscientes de hasta qué punto es algo normal de la edad y cuándo se convierte en una oposición constante.
De acuerdo con Karina Otoya, psicóloga y docente de la carrera de psicología de la UPC, los niños tienden a seguir las reglas más al pie de la letra, tanto en la casa como en la escuela. A continuación, al pasar a la adolescencia, esta puede ser sinónimo de revelación y cambio. “Los padres deben saber que no toda conducta rebelde es un problema, pues algunas son simplemente propias de la etapa. Sin embargo, la preocupación debe iniciar cuando existe un rompimiento sistemático de las reglas”, estableció.
¿Cómo saber si la rebeldía ya sobrepasó un límite?
El límite va a depender de las pautas de crianza de cada casa, las cuales pueden variar dependiendo del hogar. “Lo convencional es que los papás pongan reglas en casa para el comportamiento de los chicos. Cuando estas normas se rompen constantemente y hay oposición sin motivo alguno, ahí inicia el problema”, indicó Karina Otoya.
En la mayoría de casos, nuestra cultura es un poco autoritaria. Debido a ello, es muy común escuchar castigos, prohibiciones y restricciones. “Incluso, puede suceder que el papá o la mamá adquiera una actitud vengativa hacia el niño y la exprese a través de los castigos asignados”, aclaró.
El autoritarismo, según la especialista, puede funcionar momentáneamente debido a que el adolescente tendrá miedo de no cumplir con las condiciones establecidas. “A pesar de ello, a la primera oportunidad en la que pueda liberarse de eso, lo va a hacer. Además, el autoritarismo puede generar pérdida de confianza y, de esta manera, ocasionará que el adolescente empiece a mentir u ocultar las cosas”, enfatizó.
En ese sentido, uno de los efectos que puede generar el autoritarismo por parte de los padres es el comportamiento de una persona sumisa y con temor a la autoridad.
¿Cómo pueden actuar los padres sin ser autoritarios?
En primer lugar, Otoya recomienda conversar y analizar lo que está sucediendo con los hijos. “Es vital buscar el ‘por qué’ de sus actos y sentarse a hablar con ellos sobre su comportamiento, tanto como evaluar los riesgos y consecuencias de sus acciones. Desde un rol de guía, los padres pueden ayudarlo a reflexionar”, agregó.
Del mismo modo, recalcó que la comunicación es fundamental. Mediante el habla, los adolescentes también establecen un vínculo de confianza con sus padres, lo cual es esencial para mantener una relación transparente y honesta.
Trastorno de Oposición Desafiante: Una sistemática a la autoridad
En algunos casos, cuando la rebeldía ya se convierte en algo poco manejable, los jóvenes pueden desarrollar el Trastorno de Oposición Desafiante (TOD), el cual afecta directamente su comportamiento. “Un adolescente con TOD se muestra malhumorado, irritable, vengativo, inconsciente y tiende a culpar a los demás de sus propios actos”, afirmó la docente de psicología.
A pesar de que es una condición que puede aparecer desde los ocho años, también es probable que aparezca desde la adolescencia. En el caso de observar los síntomas mencionados en tu hijo, es imprescindible contar con un tratamiento psicológico para que su comportamiento no se vea más afectado.
“Es un trastorno que se puede revertir con el apoyo de los padres, la escuela y los adultos a su alrededor. De caso contrario, puede influir gravemente en sus habilidade sociales, pues el TOD es un estilo de relacionarse con los demás. Asimismo, el trabajo con un profesional es para poder regenerar las pautas de crianza y lograr una mejor convivencia en el hogar”, concluyó la psicóloga.