Psicólogo joven vs. experiencia: ¿Cuál es la mejor opción para tu hijo adolescente?

La decisión de llevar a un adolescente al psicólogo es personal y puede basarse en diferentes circunstancias y necesidades específicas. De acuerdo a la Asociación Americana de Psicología (APA), una intervención terapéutica adecuada puede abordar desafíos emocionales y conductuales propios de la edad, así como la detección temprana y el tratamiento de trastornos mentales.

Sin embargo, a veces resulta complicado que nuestro hijo acepte ver a un profesional de la salud mental por distintos motivos, entre ellos: estigma o prejuicios, falta de comprensión, miedo a ser juzgados o criticados, etc. Pese a sus resistencias, como padres debemos abordar estas preocupaciones con empatía y comprensión. Asimismo, conversar con ellos honestamente sobre la importancia de la terapia para aclarar cualquier malentendido y asegúrales que el psicólogo solo busca ayudarlo.

“Sugiero a los padres que conozcan qué es lo que su hijo desea conversar. Exploren e indaguen qué es lo que quieren. Es fundamental que primero el papá se siente a conversar con el hijo, para después ir a conversar con el psicólogo”, detalló Luisa Talledo, psicóloga educativa, a Hogar&Familia.

“Como padres, debemos tener la responsabilidad de ir buscando psicólogo por psicólogo, y elegir uno que pueda atender la necesidad que tiene el adolescente. Eso ayudará mucho a que un profesional genere un nexo con él”, agregó.

Psicólogo joven

Puedes optar por un psicólogo joven para que empatice con un adolescente. Es importante generar un vínculo con él y que se presente de forma amigable para poder conversar y entender temas propios de la edad. “La frescura de edad en un psicólogo nos da mucha más conexión con un paciente joven”, dijo Talledo.

“Si de repente buscamos un psicólogo de más edad por considerar que tiene mayor experiencia, de pronto va a estar enfocado en temas que no le interesan a tu hijo, o que no lo comprendan. La idea es darle la confianza que el adolescente requiera”, acotó.

Cita previa

Pide una reunión inicial o una consulta previa para conocer y tratar al psicólogo directamente. Esto te permitirá evaluar la personalidad, el enfoque y la forma de trabajar del profesional, así como determinar si es compatible con tu hijo. “No es que mando a mi hijo y se va probando cada alternativa hasta decir: ‘ya, con este me quedo’. Es responsabilidad del padre conversar con los distintos prospectos y evaluar según las necesidades antes expresadas por mi hijo”, afirmó la psicóloga educativa.

Ubicación y disponibilidad

Ten en cuenta la ubicación del consultorio y su disponibilidad de horarios. Asegúrate de que sea conveniente para ti y tu hijo poder asistir a las sesiones de manera regular.

Confianza y conexión personal

Es fundamental que tu adolescente se sienta cómodo y tenga una buena conexión con el psicólogo. La confianza y la relación terapéutica son cruciales para el éxito del tratamiento.

La psicóloga Talledo recomendó a los padres a estar presentes en las primeras sesiones de terapia con el menor hasta que “se genere la empatía necesaria entre ambas partes para que se pueda trabajar abiertamente”.

Cabe precisar que el proceso de encontrar al psicólogo adecuado puede llevar tiempo y requerir algunas pruebas y errores. Una correcta atención psicológica debe brindar un entorno seguro y confidencial para que tu hijo pueda expresar sus emociones y preocupaciones. Además, ten en cuenta que un psicólogo capacitado debe proporcionar apoyo, orientación y estrategias para que un adolescente puede superar dificultades y desarrollar su bienestar, tanto emocional como social.