El examen suele tomarse entre la semana 15 y 20 del embarazo.
El examen suele tomarse entre la semana 15 y 20 del embarazo.
Redacción EC

Durante el embarazo se pueden realizar diversas pruebas, entre ellas el examen de amniocentesis, el cual consiste en extraer un poco del líquido amniótico del útero para conocer si el bebé tiene algún trastorno genético, defectos congénitos, entre otros problemas de salud.

Los especialistas realizan este procedimiento entre la semana 15 y 20 del embarazo, pues aseguran que durante ese tiempo no se afecta al bebé ni a la madre.

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Esta prueba no es obligatoria; sin embargo, los médicos se lo recomiendan a las mujeres que tienen más de 35 años, tienen antecedentes de algún trastorno genético o defecto del tubo neural o si ya tienen un pequeño con un trastorno genético o defecto congénito.

¿Cómo se realiza la amniocentesis?

Primero, la gestante debe acostarse en una camilla de exploración. Antes de iniciar el proceso, el especialista en la salud puede aplicar un gel para adormecer el abdomen y así no generar molestias a la hora de introducir una aguja para extraer el líquido amniótico.

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Luego de este proceso, las madres pueden sentir una leve incomodidad o sangrado vaginal. Es importante precisar que las complicaciones serias o aborto espontáneo son muy bajas tras el examen.

¿Qué se puede detectar con la amniocentesis?

La prueba detecta diversos trastornos genéticos y cromosómicos, los cuales pueden ser:

  • Síndrome de Down: Trastorno que causa discapacidades intelectuales.
  • Fibrosis quística: Las principales complicaciones son problemas respiratorios y digestivos.
  • Enfermedad de células falciforme: Puede causar anemia y otros problemas de salud.
  • Enfermedad de Tay-Sachs: Trastorno que destruye las células nerviosas y causa problemas mentales y físicos.
  • Defecto del tubo neural: Ocasiona defectos en el cerebro o columna vertebral del bebé, lo que puede generar problemas en la espina bífida o anencefalia.
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