Durante los meses de embarazo, el cuerpo de una mujer experimenta cambios en varias zonas de su cuerpo. Por lo que, una vez terminado el proceso de gestación, necesita de un tiempo para recuperarse, no solo de los cambios corporales, sino también del esfuerzo que implica el trabajo de parto.
En promedio, el cuerpo necesita entre 9 y 12 meses para volver a su forma y estado habitual. Por tal motivo, expertos recomiendan no desesperarse y atravesar la etapa del posparto con tranquilidad y paciencia.
Estos son las zonas que cambiaron su aspecto debido al embarazo y el tiempo en que toman en volver a como era antes de quedar en estado. Hay que tener en cuenta que cada mujer y embarazo son únicos, por lo que la recuperación variará dependiendo de la realización de ejercicios de fortalecimiento, la presencia de complicaciones durante el parto, entre otros factores.
Zona abdominal
Tras dar a luz, es común que la mujer perciba que su vientre sigue ensanchado debido a que el útero requiere aproximadamente 40 días para regresar a su tamaño natural. A lo largo del embarazo, este órgano se expande hasta alcanzar seis veces su tamaño habitual, que es de 7 cm de altura por 5 cm de ancho.
Inmediatamente después del nacimiento del bebé, el útero se contrae de forma abrupta, y en tan solo 5 minutos postparto, ya ha reducido a la mitad su volumen inicial. Este proceso tiene lugar como un mecanismo de protección, de lo contrario, la madre podría sufrir hemorragias. Sin embargo, en condiciones normales, lleva alrededor de 5 a 6 semanas para que el útero recupere su forma característica, similar a una pequeña pera.
Suelo pélvico
Es importante fortalecer los músculos del suelo pélvico para restaurar su tonicidad y prevenir la incontinencia urinaria, que es la pérdida involuntaria de orina durante el esfuerzo físico. Durante los últimos meses del embarazo, el peso del bebé ejerce presión sobre los músculos del periné, lo que resulta en una dilatación significativa. Durante el parto, estos músculos se estiran considerablemente para permitir el paso de la cabeza del bebé. Por lo tanto, es crucial trabajar en el fortalecimiento de esta musculatura para recuperar su fuerza y evitar problemas de incontinencia urinaria.
Piernas hinchadas
La práctica de ejercicio aeróbico, como caminar o correr, contribuye a mejorar el funcionamiento del sistema cardiovascular. Poco a poco, se reduce la hinchazón, mejora el retorno venoso y el tamaño de las venas se reduce. Después del parto, todo el sistema circulatorio y el corazón comienzan a ajustarse de nuevo. El aumento del volumen sanguíneo en la zona de las piernas, causado por la compresión de las venas abdominales debido al peso del útero, favorece el desarrollo de varices.
Incontinencia urinaria y/o fecal
En muchos casos, los síntomas de incontinencia urinaria y/o fecal mejoran gradualmente en las semanas o meses siguientes al parto. Sin embargo, en algunos casos, los síntomas pueden persistir por más tiempo.
Flujo vaginal
Es común que, después del parto, la mujer experimente la presencia de coágulos de sangre en su flujo vaginal durante los días siguientes. Con el transcurso de algunas semanas, esta situación se irá estabilizando gradualmente hasta que los coágulos desaparezcan por completo.
TE PUEDE INTERESAR
- Privacidad: ¿Es correcto revisar el teléfono celular de mi hijo adolescente?
- Cómo el bullying escolar afecta a toda una familia
- Duelo: ¿Cómo las madres pueden lidiar con la desvinculación de sus hijos después de un divorcio?
- Cuidados esenciales: ¿Qué precauciones se deben tomar con un bebé recién nacido?
- ¿Qué pasa si a una mujer embarazada le da cáncer?
Contenido Sugerido
Contenido GEC