Más de 20 presuntas ejecuciones extrajudiciales que habrían sido perpetradas por un grupo de policías, con el fin de obtener ascensos y reconocimientos, son investigadas por el Ministerio Público. La Inspectoría General de la Policía Nacional del Perú (PNP) concluyó en que el comandante Enrique Prado Ravines dirigía y pagaba a informantes civiles para que convenzan a delincuentes de poca monta de realizar secuestros o asaltos. Ello con el fin de frustrar los golpes, hacerlos pasar como enfrentamientos y buscar así las distinciones.

Un colaborador eficaz del Ministerio Público, que integró el grupo de supuestos informantes del comandante, confirmó esto en diálogo con el programa de TV Cuarto Poder. Incluso afirmó que ganaba entre S/500 y S/800 por cada 'trabajo' en que 'centraba' a los delincuentes que luego eran asesinados. Estos son los casos que se investigan:

1. CASO CHINCHA. El 20 de setiembre del 2014 cuatro presuntos delincuentes fueron acribillados en un descampado del distrito de Grocio Prado, en Chincha, durante un enfrentamiento con la Policía. La refriega frustró el secuestro del administrador de una empresa avícola, lo cual fue verificado en el lugar de los hechos por el comandante PNP Enrique Prado Ravines en compañía del entonces ministro del Interior, Daniel Urresti. Según la versión oficial,  siete agentes de la Sub Unidad de Acciones Tácticas (SUAT) abatieron a los hampones luego de que estos abrieran fuego. Sin embargo, los primeros indicios extraños surgieron de boca del mismo administrador, quien declaró que los delincuentes nunca dispararon pues estaban echados en el suelo, rendidos. Las pruebas de absorción atómica realizadas a los baleados resultaron negativas, es decir, se comprobó que estos no utilizaron sus armas. Además, los informes de balística consignaron que los fallecidos sufrieron balazos de arriba hacia abajo, y uno de ellos a muy corta distancia. El informe de Inspectoría en torno a las presuntas ejecuciones extrajudiciales da cuenta que esta operación no fue informada al Ministerio Público pese a que hubo tiempo suficiente para ello.

El año pasado la Primera Fiscalía Provincial de Chincha abrió investigación preparatoria contra los siete agentes de la SUAT del caso en cuestión por presunto homicidio calificado.

2. EL REY DEL KING KONG. Un caso muy parecido al de Chincha ya había ocurrido en Lambayeque el 4 de diciembre del 2013. La versión oficial refiere que cinco maleantes murieron tras cruzar una intensa balacera con la Policía, que así evitó el secuestro del empresario Manuel Coronel Cieza, conocido como ‘El Rey del King Kong’. El informe de la Inspectoría General de la Policía incluye la declaración de un mayor PNP, quien indicó que el comandante Enrique Prado Ravines ofreció ascensos a los agentes que cumplieran con esa operación. Además, que hubo basta tres reuniones previas para afinar el golpe, en la última de la cuales estuvo presente Manuel Coronel. Así, los policías habrían estado a la espera de los delincuentes en casa del empresario, es decir, en control de la escena. Sin embargo, luego de la balacera informaron que todo fue fortuito en la Panamericana Norte. Ni un agente resultó herido. Como en el caso de Chincha, aquí también se constató que los disparos a las víctimas fueron de arriba hacia abajo. Pese a que los policías informaron de esta operación hasta al empresario, no lo hicieron así con el Ministerio Público.

“Cuando todos los delincuentes habían caído, fueron cercados y acribillados si piedad por la Policía. Todos, los que estaban en el vehículo y los que estaban caminando”, dijo a Cuarto Poder el colaborador eficaz de la fiscalía.

3. VENDEDOR DE COMETAS. Como todas las mañanas, el 19 de junio del año pasado Luis Alberto Laos García fue en su auto al kilómetro 3 de la autopista Ramiro Prialé, donde vendía cometas. A través del parabrisas vio una patrulla que se estacionó cerca de su posición y a un uniformado que sin mediar una palabra le descerrajó un balazo en el hombro. Laos cayó de lado y eso evitó que muera acribillado en su vehículo. Según declaró, el mismo policía lo sacó de su auto y le pidió no mirarlo mientras era contenido en el suelo. La presencia de sus familiares, que también llegaban a trabajar en el mismo punto, salvó la vida del vendedor. Mientras tanto, metros más allá cinco presuntos delincuentes eran asesinados a tiros. En el parte oficial se apuntó que todo fue parte de un enfrentamiento armado y que con ello se impidió que los sospechosos asalten un grifo. El comandante Enrique Prado fue grabado en el lugar después de la matanza.

Ya en el hospital adonde fue trasladado Luis Laos, la esposa de este recibió S/400 de un policía que además le pidió no hablar con la prensa, informó Cuarto Poder.

4. POLICÍAS ASESINADOS. Tres agentes policiales y un civil, quienes supuestamente integraban una banda criminal que iba a secuestrar a un empresario colchonero, murieron baleados en un corralón ubicado en Puente Piedra, el 18 de noviembre del 2012. Como en todos los casos que comprometen al comandante PNP Enrique Prado Ravines y al presunto ‘Escuadrón de la muerte’, la versión oficial de esta operación precisa que las muertes se produjeron en medio de un enfrentamiento. Sin embargo, los presuntos delincuentes no fueron hallados en flagrancia.

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