Hacinados, sin mascarillas, asustados y sin poder mantener el distanciamiento social de al menos un metro entre cada persona. Así permanecen en el hotel Los Delfines de San Isidro un total de 238 jóvenes repatriados este domingo desde Miami (EE.UU.), luego de que se suspendieran las operaciones aéreas en el Perú ante el avance del COVID-19.
Según narró a El Comercio Patrick Rattray, de 23 años, el vuelo de Latam que los trajo despegó a las 10 a.m. de Miami (11 a.m. en el Perú) y aterrizó en el terminal aéreo de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), ubicado en el Callao, a las 3:40 p.m. “Fue un vuelo chárter, coordinado con el Gobierno Peruano”, informó.
Rattray, quien permaneció tres meses en California, como parte del programa Work and Travel, precisó que al llegar a suelo peruano esperaron en el avión unos 40 minutos a que fueran por ellos en autobuses, uno de los cuales, según indicó, tuvo problemas mecánicos. “Nos llevaron a varias carpas con sillas, cada una alejada un metro entre sí, y nos pidieron nuestros datos, nos sellaron el pasaporte y nos tomaron la temperatura. También nos preguntaron si teníamos algún síntoma del coronavirus”, contó el joven.
Posteriormente, el joven narró que personal del gobierno los condujo en buses al hotel Los Delfines, ubicado en la calle Los Eucaliptos, en San Isidro. Llegaron, según dijo, a las 7:30 p.m. y les informaron que debían bajar sus maletas y meterlas hasta la recepción, pero nadie les entregó guantes, alcohol en gel o mascarillas. “Descargamos las maletas mano a mano, sin mascarillas ni guantes. No teníamos ninguna protección. Dejamos todo al costado del ‘counter’ y nos dijeron que nos sentáramos en las sillas del lobby o del comedor. Éramos tantos que era imposible mantener el distanciamiento de un metro entre cada persona”, añadió.
Rattray dijo que en principio hubo personal del gobierno pero que luego de darles recomendaciones sobre higiene y cuidados, se retiraron. Después de ello, precisó que la organización quedó en manos del personal del hotel. “Estamos esperando a que nos den las habitaciones todos juntos en un mismo ambiente, sin protección. Todos venimos de diferentes puntos de Estados Unidos y no sabemos si alguno pueda tener el virus. Esto demuestra que ha habido una mala organización. La preparación ha sido muy mala”, recalcó el joven, quien detalló que el hotel les ofrecerá el alojamiento y tres comidas al día de forma gratuita.
Edward Cotrina, de 23 años, otro de los jóvenes repatriados, también se quejó por la presunta mala organización. “En las afueras del hotel hemos esperado casi dos horas. No ha habido organización. Pusimos las maletas en la calle y los policías estaban alrededor. Al entrar al lobby para organizarnos nos dijeron que nos iban a dar de cenar, pero seguimos esperando un montón de tiempo, son las 12 de la noche y acabamos de comer”, reclamó.
Agregó que solo tres personas de seguridad se encargan de llevarlos a sus habitaciones, “pero no pueden porque somos muchos”. “Lo que pensamos es que el gobierno pidió que los hoteles se ofrezcan a albergarnos, pero no se hizo un plan detallado para que todo salga bien. Por eso seguimos esperando por una habitación. Hay mucho desorden. Es lo que estamos viviendo ahora y esperamos que se resuelva”, denunció.
Este Diario inició esta noche las gestiones para obtener la versión del gobierno sobre esta situación.
El Ministerio de Relaciones Exteriores informó este domingo que todas las personas repatriadas deberán cumplir 15 días de cuarentena obligatoria en albergues u hoteles.
“Con las mayores condiciones de seguridad y sanidad, bajo la supervisión del Ministerio de Salud (Minsa) e Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), los peruanos que lleguen en estos vuelos serán derivados a lugares de albergue especialmente acondicionados a efectos de que estos ciudadanos cumplan con la medida obligatoria de cuarentena fuera de su domicilio, por un espacio de quince días”, se lee en un comunicado de la cancillería.