La familia Mayon aprobó la donación del hígado, corazón y riñones de Omer, un bebe de 2 años que murió tras una operación. Este generoso acto salvó la vida de tres menores. (Foto: Alonso Chero / El Comercio)
La familia Mayon aprobó la donación del hígado, corazón y riñones de Omer, un bebe de 2 años que murió tras una operación. Este generoso acto salvó la vida de tres menores. (Foto: Alonso Chero / El Comercio)
Claudia Sovero Delgado

“Jamás pensé que esto me iba a pasar. Pero ahora que estoy a la espera de un donante, quisiera y siento la necesidad de tener una segunda oportunidad”, expresa Karen Paredes, de 49 años, quien requiere de un donante de hígado desde hace casi diez meses.

Ella fue diagnosticada de cáncer al hígado en junio del año pasado. Después de 15 años como catedrática de Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana de Iquitos, tuvo que mudarse a Lima. Desde ese entonces no deja el celular en ningún momento del día, porque no sabe cuándo la llamarán para decirle que hay un donante compatible.

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Karen es una de las más de 7.000 pacientes en todo el Perú que espera, según sus palabras, la solidaridad de las personas para continuar con su vida.

El titular de la Dirección General de Donaciones, Trasplantes y Banco de Sangre (Digdot) del Ministerio de Salud (Minsa), Juan Almeyda, sostiene que cada día mueren en el país un promedio de 1,5 personas (unas 45 al mes) esperando la donación de un órgano. En paralelo, se calcula que hasta tres personas al día sufren muerte cerebral (las que se convierten en posibles donantes), aunque solo se reporta una por falta de personal capacitado o porque ello sucede en zonas alejadas.

Donación de órganos: en espera de solidaridad para continuar viviendo

—Desprendimiento —
Omer Mayon tenía 2 años y 2 meses cuando salvó la vida de tres niños. Él donó su corazón, hígado y riñones, gracias a la autorización de sus padres.

El 18 de marzo pasado, Omer fue sometido a una operación como parte de su tratamiento. Padecía hidrocefalia y los síndromes de Crouzon y Arnold Chiari. Su madre, Erika Mallqui, contó que su hijo falleció luego de la cirugía en el hospital Rebagliati debido a complicaciones. Después de varias horas le dijeron que su hijo tenía muerte cerebral. Ella consultó al doctor si los órganos de su hijo podrían ser donados.

(Foto: Alonso Chero)
(Foto: Alonso Chero)

“Yo jamás imaginé que alguien de mi familia pasaría por algo así. Como mamá nadie quiere que toquen a su hijo. Sé que es difícil, pero al donar sabemos que otras personas van a poder seguir y eso te da paz”, relata.

—Esfuerzos—
Desde el 2008 existe la Digdot, organismo responsable de implementar la política sectorial en materia de donaciones y trasplantes de órganos en el país. Su creación buscó romper con los mitos vinculados al tráfico de órganos, a través de trámites que transparenten la información y los procedimientos que se deben seguir para realizar un trasplante. Esta es la única entidad que se encarga de identificar a los posibles donantes en las unidades de cuidados intensivos.

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Luego se asigna un especialista para evaluar y certificar que el posible donante tenga muerte cerebral.

La Digdot también supervisa el buen funcionamiento de los establecimientos dedicados a la donación y trasplante y administra los registros relacionados con estas intervenciones en todo el país, incluidas las listas de espera.

Pese a todos los esfuerzos, en la actualidad entre 70% y 80% de los familiares de los fallecidos se oponen a los trasplantes, según Almeyda.

Por esta razón, el Perú registra un índice de apenas dos donantes por cada millón de habitantes (el séptimo país de la región, solo por encima de Paraguay y Bolivia). Uruguay y Brasil encabezan la lista con 18,9 y 16,3 por millón, respectivamente.

En el 2016, el congresista Carlos Bruce presentó un proyecto de ley para impulsar la donación de órganos, que aún no ha sido debatido. “Hay opiniones de distintas instituciones del Estado, la mayoría a favor. Lamentablemente el Minsa no ha tenido una posición favorable. Pero estamos a la espera de que entre en debate”, dijo el congresista a El Comercio.

Su proyecto plantea que automáticamente todos los peruanos se conviertan en donantes (salvo que se diga lo contrario) y que la decisión de donar no pueda ser revertida por los familiares.
Almeyda propone un trabajo de educación y difusión, ya que existe mucho desconocimiento. “Hay países donde se quiso hacer [una ley similar] de forma rápida y no resultó”, señaló.

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