En febrero pasado, Oswaldo Zegarra asumió la conducción de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) con el reto de continuar la reforma emprendida por el Estado Peruano en 145 casas de estudios del país, públicas y privadas.
Sin embargo, hoy el desafío es aún mayor: la pandemia del COVID-19 ha obligado a romper paradigmas universitarios y a replantear las modalidades de enseñanza, de lo presencial a lo virtual. El funcionario brindó su balance a El Comercio sobre el rol de la Sunedu durante el estado de emergencia.
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—¿Cuál ha sido el impacto de la pandemia en las universidades peruanas?
El impacto ha sido de gran nivel. No solo para las universidades, que tienen que adecuarse a una forma distinta de enseñar, sino también para la Sunedu, que debió modificar todos sus planes elaborados para el cumplimiento anual a un plan de supervisión de emergencia. Esto, a fin de establecer criterios de cumplimiento para la modalidad de educación superior a distancia.
—En esa línea, ¿se puede decir que una clase universitaria virtual equivale a una presencial?
[Lo virtual] es el futuro de muchas actividades académicas, porque la virtualización –bien hecha, normada y ejecutada– puede cumplir con los mismos objetivos académicos de ciertas carreras o cursos. No obstante, hay disciplinas que nunca se podrán virtualizar porque son básicamente presenciales, requieren práctica y experiencia, como las carreras de la salud pública.
—La Sunedu informó a El Comercio que, al 19 mayo, se habían registrado se habían registrado casi 1.900 grados y títulos de profesionales de la salud. ¿Cómo se adecuó este proceso ante la emergencia?
La superintendencia ha sido una activa participante en la toma de decisiones para facilitar que el recurso humano de salud pueda servir durante la emergencia sanitaria. Hemos coordinado con el Colegio Médico del Perú (CMP), el Ministerio de Salud (Minsa), el Ministerio de Educación (Minedu) y la Asociación Peruana de Facultades de Medicina (Aspefam) para romper algunas circunstancias que podían demorar que estos profesionales estén disponibles.
—¿Qué se modificó?
Por ejemplo, favorecimos la posibilidad de que nuestro registro de grados y títulos –que era un prerrequisito para la colegiatura– se brinde a través de una resolución virtual enviada por la universidad hacia la Sunedu, para nosotros inscribirla inmediatamente con cargo a después solucionar cualquier deficiencia. Eso se conversó con el CMP y fue aceptado […] La cifra de solicitudes ha aumentado porque nosotros hemos hecho que todas las solicitudes de registro sean atendidas de inmediato; a veces en un día o dos días teníamos la respuesta correspondiente.
—También recibieron 1.290 denuncias por parte de alumnos sobre las clases virtuales. ¿Se han resuelto?¿Se han resuelto estos cuestionamientos?
Ya atendimos el 66%. Las denuncias están relacionadas, en algunos casos, con defectos en el proceso de virtualización de la enseñanza; otro buen grupo, con el pago de pensiones. Estas últimas las hemos derivado al sitio que corresponde [Indecopi], porque no es función de Sunedu ingresar a este campo de la definición de pensiones y derechos de matrícula. Las denuncias sobre defectos las hemos agrupado y devuelto a las universidades para que nos informen.
Hacia un modelo no presencial
—Algunas universidades ya iniciaron sus clases virtuales; la mayoría, privadas. ¿Cuál es su balance?
Hay dos aspectos. Primero, como esta es una situación de emergencia no prevista, la adecuación de los criterios para supervisar la educación a distancia universitaria se hizo recién a fines de marzo, ya la publicamos. A propósito de esto, se dio a las universidades un tiempo prudencial a fin de que presenten su proyecto [de adaptación a la educación virtual], cuyo plazo vencía a fines del mes pasado. No han cumplido todas, pero se van adecuando mayoritariamente.
—¿Y el segundo aspecto?
Se estableció un plazo máximo de 30 días para emitir disposiciones que regularan los criterios sobre la prestación del servicio educativo bajo la modalidad semipresencial y a distancia, así como sobre el licenciamiento de nuevos programas. En eso estamos ahora. Así, el Consejo Directivo de la Sunedu aprobará el modelo de licenciamiento que regirá las condiciones básicas de calidad (CBC) en la enseñanza semipresencial y a distancia. Ya está listo.
—Entonces, se aprobará un modelo de licenciamiento para la enseñanza no presencial.
Así es. Eso es lo que nos ha encargado el Minedu, pero que ya se venía trabajando.
—¿Podría adelantarme cuáles son algunas CBC de este nuevo modelo?
Está relacionado con [el hecho de que la universidad] tenga algún proyecto educativo, una adecuada capacitación de docentes, que los estudiantes estén preparados, o que tengan una infraestructura apropiada para este menester.
—Entonces, ¿este nuevo modelo de licenciamiento regirá para las nuevas universidades que puedan crearse?
O para las universidades que en este momento están funcionando, ya licenciadas, pero quieren implementar una carrera, un programa, o un proyecto de bachillerato, de maestría o doctorado [bajo la modalidad no presencial o semipresencial].
Continuidad de la reforma
—Se había ampliado el periodo de moratoria para imposibilitar la creación de nuevas universidades a fin de culminar el proceso de licenciamiento, el cual fue suspendido cuando faltaba resolver la situación de 7 casas de estudios. El periodo de moratoria ya culminó, ¿qué hará ahora la Sunedu?
Sí, la moratoria terminó el 26 de abril pasado. Lógicamente, es una preocupación para nosotros tener esta situación de crisis y todavía no haber terminado el proceso de licenciamiento institucional, ya que nos quedan siete universidades, aunque cinco de ellas ya tienen dictamen. Esperamos que la moratoria se extienda por un tiempo prudencial, que puede ser un año más.
—¿Solicitaría al Congreso que discuta la ampliación de la moratoria?
La Sunedu ha dado algunas opiniones con relación a la elaboración de un proyecto de ley para la ampliación de la moratoria, pero nosotros como no tenemos competencias para pedirlo directamente a los niveles correspondientes. [Ese proyecto de ley] ha pasado al Consejo de Ministros y al Congreso, y ojalá tomen la decisión más conveniente para evitar nuevamente la proliferación de universidades que no están bien habilitadas.
—¿Se ha previsto cuando se reiniciará el proceso de licenciamiento?
Ni bien se suspenda la declaratoria de emergencia e inamovilidad, nosotros vamos a dar de inmediato los resultados, tal como corresponde.