Transitar por la avenida Primavera hacia la urbanización Los Álamos de Monterrico en hora punta es lo más parecido al infierno. La frase bien pudo haber salido de la boca de cualquiera de los residentes de esta zona o de uno de los miles de estudiantes de las universidades ubicadas en este sector de Surco.
Entre las 7 y 9:30 a.m. o las 5 y 8 p.m., los autos en la Av. Primavera avanzan a ritmo de procesión. “Esto es consecuencia de la mala planificación urbanística en la zona que ha permitido que tres centros de estudios [se refiere a ESÁN, Centrum, UPC] se ubiquen en un área residencial y con vías de acceso que no soportan la pesada carga vehicular. Esto no solo nos perjudica a nosotros, sino también a los alumnos e instituciones”, señala Óscar Núñez, residente del distrito.
“La mayoría de estudiantes llega en autos particulares. Si le sumamos combis y colectivos, son cientos de vehículos que intentan pasar al mismo tiempo por una vía de tres y luego dos carriles”, dice José Ordóñez, ingeniero y residente de Los Álamos. Salir de casa y recorrer apenas cuatro kilómetros le puede tomar entre veinte y treinta minutos.
El panorama no es distinto en otras vías metropolitanas como Benavides, Javier Prado, Los Próceres, Caminos del Inca o La Encalada. “La saturación de vías obliga a los conductores a ingresar a calles estrechas que definitivamente colapsarán. Con eso incrementan el caos”, informó la Policía de Tránsito.
Surco tiene una extensión de 42 km2 (con otras zonas en disputa llegaría a 45 km2) y una población de 338.509 habitantes, según estimaciones del INEI al 2014. Sin embargo, por el distrito transitan al menos un millón de personas al día. Eso explica la congestión y el mayor problema del distrito: la inseguridad.
Mal sin cura
La gestión del alcalde Roberto Gómez tuvo como prioridad mejorar la seguridad en el distrito, que hoy cuenta con 1.500 serenos, 110 vehículos, 65 motos y 380 cámaras de videovigilancia. La jurisdicción dispone de 223 policías y 100 que el municipio contrata por turnos.
Sin embargo, la criminalidad supera el esfuerzo. Ello quedó en evidencia en una encuesta realizada por El Comercio en que los usuarios de la web consideraron a Surco y Cercado los distritos más inseguros. Los puntos críticos se ubicaban en las zonas aledañas a las universidades de Lima y Ricardo Palma y los puentes Primavera, Trébol y Benavides.
El general (r) Alberto Jordán, gerente de Seguridad Ciudadana, señaló que en los últimos años se ha duplicado y hasta triplicado la inversión en seguridad. No obstante, reconoce que la cantidad de personas que cruzan el distrito es muy grande. “El arrebato al paso y el raqueteo [delincuentes que roban en automóvil] son los principales delitos. Los hampones llegan de otros lugares”, dice.
Piden menos gibas y más zonas de estacionamiento
El Comercio pidió a los vecinos del distrito que nos dieran a conocer sus necesidades. Llegaron muchas y muy variadas respuestas que tienen que ver con más zonas de parqueo en los alrededores de los centros comerciales Chacarilla, Caminos del Inca y la Av. Primavera, según el vecino Franklin Gallo.
Mary Sáenz solicitó que el municipio sancione a los vecinos que no cumplen con los horarios de recojo de basura. También que se fiscalice que quienes pasean a sus mascotas no dejen el excremento de sus perros en los parques y jardines.
Tatiana Martínez hizo referencia al mercado municipal, el cual tiene vendedores ambulantes en los alrededores. También demandó el retiro de los mototaxis en la zona porque “agudizan la congestión”.
En tanto, Claudia Rodríguez criticó la abundancia de rompemuelles en algunas áreas del distrito. Un informe de este Diario comprobó que solo en la cuadra 5 de la calle Fernando Castrat hay tres gibas, aunque no exista un colegio cerca y menos un sustento técnico.