Art Lima 2016: en busca del coleccionismo esquivo
Art Lima 2016: en busca del coleccionismo esquivo
Enrique Planas

ENRIQUE PLANAS

Domingo por la no che. 3.500 personas ya habían re corrido ese día los stands levantados en la Escuela Superior de Guerra del Ejército del Perú en Chorrillos. Llegado el momento de las cuentas, y tras conversar con diversos galeristas, está claro que a horas de cerrar la cuarta edición de Art Lima, son las galerías locales y aquellas internacionales presentes desde sus primeras ediciones las que obtuvieron mejores resultados.

En la información oficial de la feria, destaca como la galería de mayor venta la bogotana Casa Cuadrada, que superó lo registrado el año pasado. Otras galerías visitantes con buena aceptación fueron las chilenas Patricia Ready e Isabel Aninat. Esta última representa a los peruanos Fernando de Szyszlo, Ramiro Llona, Sandra Gamarra y Fernando Gutiérrez Huanchaco, quien obtuvo el premio Kai, que le propone una residencia en el Valle Sagrado del Cusco. También se retiraron entusiastas las galerías Klaus Steinmetz (Costa Rica), Pabellón4 (Argentina), LGM (Bogotá) y Alfredo Ginocchio (México D.F.).

Entre las salas locales, la limeña Impakto cerró su stand con amplias sonrisas. "Nos ha ido muy bien, salvo por los problemas de iluminación al inicio. La gente ya reconoce las obras y tiene más interés que antes", nos dice Jack Cohen, su responsable. El solo del artista chino Wan Liya vendió cinco piezas. También se negociaron obras de Santiago Villanueva, Shen Shaomin, Augusto Gallardo y Gamaliel Rodríguez.

La apuesta de CEDE Galería de Cecilia González y Denise Dourojeanni se concentró en un solo del artista Venancio Shinki. "Todos sabemos que este ha sido un año duro y recién se están poniendo sobre la mesa las reglas del juego. Por eso el público se muestra más cauteloso", afirma la galerista. La obra de Shinki resultó de enorme interés para los coleccionistas.

La galería Bufeo, de Christian Bendayán, vendió obras de los artistas Brus Rubio y Harry Chávez, además de colocar en una prestigiosa colección privada los grabados originales de Francesco Mariotti que ilustraron la primera edición de la novela "Las tres mitades de Ino Moxo", de César Calvo. "Más allá de las ventas, lo importante es que vimos mucho interés del público especializado por la existencia de una galería que ofrece únicamente arte amazónico", recalcó el pintor.


EN VIDEO: Rochi del Castillo, directora de Art Lima, evalúa edición 2016. (Fuente: El Comercio)

RESULTADOS MIXTOS
Desde la otra orilla, para algunas galerías resultó difícil sintonizar con el coleccionista local. Es el caso de José Martínez Calvo, de la galería Espacio Mínimo (Madrid), quien piensa que nuestra ciudad no está preparada para dos ferias de arte simultáneas.

"Creo que la feria ha resultado más social que comercial. Una feria se mide por su cantidad de negocios y eso es lo que nos ha fallado", afirma el representante de la artista argentina Liliana Porter.

La madrileña Pilar Serra, quien representa en Madrid la obra del peruano Miguel Aguirre, comenta que, si bien las ventas se resistieron en su primera visita a ArtLima, su prioridad era tomar contacto con la ciudad y sus coleccionistas. "El público aquí aún no está muy acostumbrado a comprar en una galería que no conoce. Desconfía, pregunta y no termina de decidir", explica la galerista. Para ella, esta actitud del mercado es típica en las ferias más jóvenes, incluso eso sucedía en los inicios de la feria Arco, donde su galería ha estado presente a lo largo de 35 años.

Como apunta Bendayán, recién hace cuatro años el Perú se ha abierto a la internacionalización del arte a través de las ferias. Después de 10 años sin una bienal internacional, las ferias han empezado a poner en contacto al público con el arte internacional. Para él, es solo cuestión de tiempo para que el consumidor local apueste por los grandes maestros internacionales; de tiempo y de seguir aprendiendo en el diálogo con otros lares.

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