Si al cine negro hubiese que ponerle un rostro, sería el suyo. Porque la grandeza de Humphrey Bogart -que va más allá de los géneros- es indesligable de la era dorada de Hollywood, con todo lo que eso implica: los ascensos vertiginosos, la cúspide del estrellato, la decadencia cruel e inevitable. Hace 60 años partió esta leyenda única, que trabajó bajo el mando de varios gigantes del cine estadounidense. Repasamos siete películas -solo siete de tantas- que resultan imprescindibles para entender su dimensión.
"EL HALCÓN MALTÉS (1941)
El debut en la dirección de John Huston le debe mucho a la entereza actoral de Bogart, un hombre hecho para el noir. Clásico instantáneo del género detectivesco.
"CASABLANCA" (1942)
Filme inolvidable, que resiste al tiempo como pocos. Bogart, junto a Ingrid Bergman, brilla en los claroscuros que trae el romance durante la Segunda Guerra Mundial.
"EL SUEÑO ETERNO" (1946)
Primera versión fílmica de la famosa novela de Raymond Chandler. Su famoso personaje de Philip Marlowe parecía emular a Bogart, y no al revés. Dirige Howard Hawks.
"EL TESORO DE SIERRA MADRE" (1948)
Épica obra de John Huston, que le encuentra nuevas resonancias al western y lo ajusta para el lucimiento de su estrella protagónica. De las mejores películas de la historia del cine.
"EN UN LUGAR SOLITARIO" (1950)
Notable film noir de Nicholas Ray que enfunda a Bogart en el traje de un guionista para narrar las oscuras intrigas dentro de la misma industria hollywoodense, de la cual ambos fueron víctimas.
"LA REINA AFRICANA" (1951)
Nueva colaboración de Bogart con John Huston, quien desarrolla una historia aventuresca que le valió su único Oscar a este actor, muchísimo más grande que cualquier premio.
"LA CONDESA DESCALZA" (1954)
Esta cinta de Joseph Mankiewicz es probablemente la última obra maestra en la que trabajó la estrella, quien a pesar del evidente deterioro físico por su abuso del alcohol y el cigarro, todavía derrochaba grandeza.