En “La banda presidencial” cuatro delincuentes con máscaras de los exmandatarios Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala roban un casino, pero ocurre algo inesperado. Conversamos con el director, .

Su primer largo, “Mañana te cuento” (2005), se desarrolla casi en su totalidad en una casa donde cuatro amigos departen con tres trabajadoras sexuales. Para “La banda presidencial”, en cines desde este jueves 22 de septiembre, también hay cuatro amigos en una casa, pero junto a un congresista. Paralelismos aparte, ambas son comedias, pero ahora hay un crimen de por medio.

"La banda presidencial"
La trama

Cuatro amigos interpretados por Giovanni Ciccia, Emilram Cossio, Andrés Salas y Haysen Percovich, cansados de las dificultades que les pone la vida, trazan un plan para robar un casino el 31 de octubre, Halloween. Vestidos con ternos y máscaras de los expresidentes del Perú Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala para pasar desapercibidos entre los otros disfrazados, cometen el robo y también toman un rehén. Más adelante descubren haber capturado a un congresista muy mediático, interpretado por Christian Ysla.

La trama

—En la película tenemos cuatro “presidentes” que son cuatro ladrones. ¿Para los protagónicos hiciste cásting o ya tenías nombres en mente?

Ya los tenía en mente, les conté un poco de la idea y me dijeron que estaban felices, que estaban dentro del proyecto antes de que escribiera el guion (la idea original es Mendoza, el librero fue escrito por Rasec Barragán). Con todos creo que he trabajado. Con Haysen y Emilram en “La hora final”, con Giovanni en “El evangelio de la carne”. Creo que trabajé por primera vez con el ‘chato’ Salas.

—Esta película es distinta a las anteriores que has hecho, podríamos decir que es bastante sencilla, sea por los planos, por los diálogos. ¿Fue esto una decisión clara o la pandemia les impedía hacer más cosas?

Pensé en una historia que se pudiera contar bien sin demasiadas locaciones. Hay algunas escenas complejas, como filmar en un casino gigantesco como el Atlantic City. Pero no podíamos hacer algo como el “Evangelio de la carne”, era imposible en la pandemia (la cinta se filmó en 2021). Finalmente, buena parte de la historia es la convivencia entre los cuatro amigos/ secuestradores con el congresista.

De izquierda a derecha Giovanni Ciccia, Haysen Percovich, Eduardo Mendoza, Christian Ysla, Emilram Cossio y Andrés Salas.
De izquierda a derecha Giovanni Ciccia, Haysen Percovich, Eduardo Mendoza, Christian Ysla, Emilram Cossio y Andrés Salas.
/ La Soga

—¿Cuánto de tu descontento por la política actual vemos reflejado en “La banda presidencial”?

Todo (risas). No solo mío, un poco esta la película recoge la frustración, el desencanto y por momentos la rabia de ver cómo cada gobierno, sea de la orientación política que sea, combina ineficiencia con el absoluto desprecio por los ciudadanos. Pareciera que el único móvil que los impulsa a tener un cargo es tener más poder o saquear el estado. Por último, desde que soy joven, en el primer gobierno de Alan, veo que esto se repite y creo que cada vez es aún peor. De alguna manera, creo que la película es como una pequeña revancha del ciudadano de a pie: estos tipos [los políticos] se ríen y se burlan de nosotros todos los días, porque lo que sale en la televisión es surrealista. La película tiene mucho humor absurdo y surreal, pero se queda corta [comparada a la realidad].

—Por eso, el que quisiera hacer un thriller político ambientado en el Perú tendría muchos problemas.

Yo venía de “La hora final”, drama que tocaba una época muy compleja del país. Dije: “¿qué pasa si ahora se aborda todo esto desde la comedia?”. Allí surge un poco esto. La película es un retrato desde el humor, pero duro, y creo que es bastante cercano al perfil del de la gran mayoría de políticos nuestros.

—¿Cómo fue grabar con Diego Bertie?

Él iba tener un personaje en “El evangelio de la carne”. Siempre quedó eso de trabajar juntos y le dije “he escrito algo pensando en ti”. Escribí al personaje imaginándome a Diego, ni siquiera es que había alguna alternativa ni nada. Conversamos, lo hicimos, y creo que está espectacular en la cinta. Él me dejó un audio después, que estaba feliz de volver al cine, lo cual fue un detalle muy bonito de su parte. Quedamos en volver a juntarnos en un proyecto donde tuviese una participación mayor y, bueno, pasó lo que todos sabemos. La película, finalmente, es un pequeño homenaje también para él, un actor no solo muy talentoso, sino una persona muy noble.

—Puede que muchas personas vayan al cine solo por la curiosidad de ver a cuatro personas con las máscaras de presidentes. La persona que solo vaya por ese motivo, ¿Qué encontrará que sea realmente especial?

Son cuatro amigos de toda la vida con los que nos podemos identificar, todos en un momento límite. Son un enfermero, un chofer de combi, un profesor [y un vendedor de celulares]; oficios muy cercanos a nosotros. Finalmente, uno de ellos decide asaltar este casino y terminan, pues, metiéndose en un problema inmenso porque ellos no tienen cómo manejarlo. A partir de ahí es una convivencia muy divertida entre estos cuatro amigos, que no tienen ningún tipo de destreza ni herramienta para sostener un secuestro, y que tienen al congresista más mediático y reconocido del país, con lo cual se dan una serie de situaciones y enredos sumamente divertidos. Yo creo que la gente se va a identificar mucho y ahora que salido [de la función de prensa], de verdad que la gente no ha parado de reírse, la primera hora al menos, y me he acordado un poco de lo que fue “Mañana te cuento” en su época. Estás en la sala y te das te das cuenta cuando hay una risita de fondo, te das cuenta cuando toda la sala está conectada con la película. Me pone muy contento ver cómo está la gente se está enganchado.

—Si hay un género de películas peruanas que ha hecho dinero la última década, es el de las comedias. Incluso “Asu Mare” tendrá otra cinta. Según tu experiencia ¿Hemos llegado a nuestro techo creativo en ese género?

No sé, no te podría hablar del resto. En todo caso, esta es una comedia distinta. Es una sátira política, tiene humor negro, tiene de absurdo, no es la típica comedia familiar ni es comedia romántica. No voy a decir que es mejor o peor. Sí puedo decir, sin ningún problema, que es una comedia muy diferente a las comedias usuales. Eso es un hecho objetivo. Después, de que guste o no [al público], de que le vaya bien o no, sí es una comedia que tiene una peculiaridad diferente.

—Ya para terminar, llevas como dos décadas metido en este negocio. ¿Qué falta para que se hagan más películas peruanas?

No hay un apoyo de parte del Gobierno. Es verdad que se cumplen con los premios de DAFO (Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios), pero son muy pocos. La vez las dos veces yo gané con “El Evangelio…” y “La hora final” eran cinco premios. ¿Te imaginas? Cinco premios para todo un país, dificilísimo. A la empresa privada tampoco le interesa mucho y, en general, no es que no les interesa el cine, no les interesa la cultura. Entonces en realidad, es un problema estructural, de base, es un país que no tiene un interés por la cultura y eso tiene que ver con lo que toca la película: los políticos no un plan, la educación es la última rueda del coche. Después, veo que hay gente joven que está luchándola, pero lamentablemente son esfuerzos individuales, es difícil hacer una película. Ahora que me dices “casi 20 años”, me pongo a pensar que mi sueño era hacer un día una película, no imaginé que iba a llegar a hacer nueve, no imaginé que iba a exhibir “El evangelio de la carne” en Europa, no me imaginé un montón de cosas. Estoy contento por eso, pero por otro lado también veo que cada vez es más difícil sacar adelante un proyecto, lamentablemente.

Además…

La banda presidencial está en cines desde este jueves 22 de septiembre.