Tres novelas de Mario Vargas Llosa fuera del canon

ENRIQUE PLANAS

En el día del cumpleaños 78 de Mario Vargas Llosa, celebramos tres libros del Nobel peruano siempre eclipsados por el brillo de sus novelas consideradas mayores. Sin embargo, se trata de tres volúmenes imprescindibles del universal escritor arequipeño.

1.- "Travesuras de la niña mala"
Si suele pensar que con una novela de Vargas Llosa no se suelta una lágrima, es que no ha leído la primera y gran historia de amor del Nobel peruano. Publicada en el año 2006, en ella narra la dilatada relación de Ricardo Somocurcio y Otilia, la llamada “niña mala”, oportunista cazafortunas siempre inalcanzable para aquel gris funcionario de la Unesco.  Son cuatro décadas de apasionados desencuentro, teniendo como telón de fondo el plácido y conservador Miraflores de los años 50, el revolucionario París de los sesentas, el Londres más aristocrático, un Tokio perverso y un Madrid abierto al más conmovedor de los encuentros otoñales.  Los mejores momentos de la narrativa erótica de Vargas Llosa se encuentran en estas páginas.

2.- "El hablador"
Poco se escribió en Lima de esta novela publicada el año 1987, poco antes de que Vargas llosa encabezara la oposición política tras la estatización de la banca. Dos narradores asociados: el primero muy parecido al propio autor, y el segundo un contador de historias, un “hablador” perteneciente a la tribu Machiguenga, que corren alternadamente a lo largo de la ficción entregándose la posta. Sociedad moderna frente al imaginario tribal, la selva de cemento y el paraíso amazónico, el relato mítico y una gran reflexión sobre el funcionamiento de las historias. Y el gran tema de Vargas Llosa: la civilización y su permanente contradicción tradición / modernidad.

3.- "¿Quién mató a Palomino Molero?"
Tienes que ser realmente un maestro para mantener el suspenso en una novela policial en la que antes de la mitad ya se ha descubierto a los culpables de haber asesinado brutalmente a un joven aviador, cerca de una base militar en Piura. Publicada en 1986, Vargas Llosa desarma y reconstruye a su manera la maquinaria clásica de la novela negra para escudriñar la oscuridad del poder. Corrupción política, prejuicios de clase, crimen pasional en una de las mejores aventuras del siempre a la orden Sargento Lituma.